Han pasado sólo unos años desde que tuvo lugar la locura empresarial provocada por la burbuja tecnológica y, sin embargo, Internet, en este momento, podría estar precipitándose nuevamente a un periodo de caos de elevados costes. La comprensión de la verdadera naturaleza de los acontecimientos, después de que los mismos han tenido lugar, es, sin duda, algo maravilloso, pero unicamente cuando las lecciones aprendidas nos enseñan a desarrollar la habilidad de predecir lo que probablemente ocurrirá en el futuro y a prepararnos para el mismo.
Internet ha cambiado sin duda la cadena de valor de los Recursos Humanos. Entre los muchos beneficios que proporciona al candidato se encuentra el atractivo que supone una mayor agilidad en el proceso de selección y una significativa reducción de costes. Las Consultoras de Selección y las Agencias de Publicidad se han visto obligadas a cambiar sus modelos de negocio.
Por otra parte, Internet ofrece también, de manera decisiva, la posibilidad de adelantar los métodos de evaluación objetiva (tales como los cuestionarios de competencias y los test de habilidades) a fases más tempranas del proceso, haciendo posible una toma de decisiones más tamizada. Los potenciales beneficios comerciales son obvios.
Las personas son complejas, tienen emociones y son únicas e irrepetibles
Sin embargo, las mejores decisiones no están de ninguna manera garantizadas, y es precisamente en la toma de decisiones donde radican los peligros de la rapidez y del pretendido carácter científico de Internet. Las personas son complejas, tienen emociones y, por encima de cualquier consideración, son únicas e irrepetibles. A diferencia de los libros, los billetes de avión y los equipos electrónicos, las personas no somos artículos de consumo, y nuestro desempeño depende, a menudo, del contexto en el que nos desenvolvemos. No podemos ser reducidos a modelos simples y, por lo tanto, no podemos prestarnos a ser seleccionados sobre la base de una escasa información obtenida de manera apresurada mediante evaluaciones nada convincentes. Sí, esto es lo que muchos procesos de selección online parecen estar intentando conseguir. La visión reduccionista y la pretensión de convertir a las personas en artículos de consumo son los enemigos, aunque, por otra parte, hay que reconocer que, a menudo, son el resultado de la laudable aspiración de medir el “capital humano”, misión esencial de los Departamentos de Recursos Humanos. Cualquier proceso de evaluación online debe descansar sobre principios clave que aseguren el cumplimiento del desempeño humano y profesional, reflejando certeramente la singularidad de cada persona. Estos principios incluyen un verdadero trabajo de análisis y de definición de competencias, seguido por la implementación de profundas evaluaciones de alta calidad, relevantes y actuales. Los candidatos deben ser tratados como personas y ellos, a su vez, deben ser capaces de valorar la relevancia y racionalidad de las evaluaciones en las que están participando, y deben respetar sus resultados. Pregunte a sus equipos de Recursos Humanos sobre la inversión de tiempo y energía de los candidatos o sobre el impacto que produce una apresurada decisión afirmativa o negativa sin ninguna clase de feedback de alta calidad, y no podrán informarle con certeza al respecto. Cualquiera que sea su visión sobre las consideraciones humanistas, el reclutamiento afecta a los Departamentos de Relaciones Públicas y esta es razón suficiente para hacer las cosas correctamente. Con tal de que estos principios clave se vean reflejados en el proceso, el reclutamiento online puede, ciertamente, permitirle tomar mejores decisiones y alcanzar excelentes beneficios.
La frase que afirma “la cantidad prima sobre la calidad” no debe ser en ningún caso la prioridad
Hay un mito ampliamente extendido según el cual la evaluación online puede reemplazar a la evaluación personal. Este no es el caso. Sin embargo, hay que reconocer que la evaluación online permite una reducción eficiente del número de candidatos que visitan las Empresas para afrontar costosas evaluaciones. Libera a los Departamentos de Recursos Humanos de emplear procesos de más alta calidad.
La frase “la cantidad prima sobre la calidad” no debe ser la prioridad. ¿Cuánto tiempo invierte su Organización en necesidades específicas, evaluando proveedores, discutiendo y aprobando la compra de equipamientos capitales? Si el tiempo invertido en estas actividades es mayor que el que usted invierte en la evaluación y aprobación de sus procesos de reclutamiento, en ese caso, debe preguntarse por qué.
En esencia, las evaluaciones online ofrecen grandes oportunidades para tomar mejores decisiones de un modo más eficiente. No podemos permitir que su automatización nos seduzca para tomar malas decisiones o tratar a las personas como artículos de consumo. Si mantenemos la vista sobre nuestro principal objetivo, podremos obtener grandes beneficios.
Traducción Walter Zamudio
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