La frase que más escucho, cuando me junto con colegas para tratar temas adscritos a mi profesión y mi cargo, es siempre la misma, o derivados de la misma: “irradias satisfacción, qué envidia”, ¡ojalá pudiera yo estar tan ufano¡, “se vé que lo que haces te llena”, “se percibe tu orgullo”… y no es para menos, señores.
¿Saben ustedes qué serenidad proporciona saber qué?
Nos dirigen personas sabedoras de que la responsabilidad empieza por uno mismo y que si se tiene, se despliega y propaga por todos los que constituyen el colectivo de socios y aliados; que a su vez quedan vinculados de inmediato, ya que sus valores particulares, entran en coincidencia plena y, por ello, divulgan y propagan percepciones propias logrando sobrepasar el límite del gremio, la corporación, haciendo que otros formen parte de un todo, de todos.
Nos dirigen personas conocedoras, vigilantes, protectoras, defensoras con celo y convencidas de que pueden colaborar a alcanzar (desde el granito de arena que supone su posición) un modelo de sociedad al que todos los indirectos (personal no directivo) aspiramos. Si no lo han hecho antes es porque no eran DIGEs y no porque no hubieran percibido ó supieran que, traspasadas nuestras fronteras, el concepto de RSC había nacido allá por 1960 y actualmente se encuentra más que implantado, allende los mares.
Nos dirigen personas conscientes de que su propio comportamiento intro-social, o sea, el percibido a nivel interno por los elementos que componen la micro-sociedad que conforma una empresa, supone el mayor elemento generador de confianza. Lo que, en sí, se configura como palanca de todo.
El nivel de conciencia que nos lidera que, teniendo información y más allá del entramado relacional supra-ponderado hoy por otros (asociado al marco de especulación y compra-venta) relega a secundario lo percibido a nivel externo frente a lo aplicado internamente, ganándose incluso a los tan proclives a acometer contra el quebranto de compromiso.
¡Qué sosiego que:
*consideren la RSC como una inversión ética.
*en sus vidas personales y en sus obras profesionales apliquen concepciones de consumo responsable.
*lideren la generación de órganos independientes y capitaneen la instauración de prolija vigilancia y difusión de buenas prácticas.
*no entre en su vocabulario, la palabra incoherencia, ya que sólo trabajan sobre desarrollo real.
Estoy convencido que los empresarios ó máximos representantes de empresas (sociedades, corporaciones) que no han sacado fruto a esto, es porque han cometido un error de percepción: se han quedado en percibir y no han percibido el verdadero alcance de la cuestión.
Creo que el problema parte de incorporar en éste y tantos otros procesos, la percepción generada que motiva, que unos pocos, más allá de asociar el concepto a un proceso de recogida y tratamiento de determinada información, se queden en la acepción de percepción igual a impresión e ilusión, que, sabemos, en última instancia puede degenerar en confusión, alteraciones ó alucinaciones. Visiones que en el delirio de “obtener” avocan a conductas, próximas a lo patológico, tendentes a impresionar, sorprender, asombrar, incluso fascinar por encima de todo y… de todos.
Inconscientes además, esos pocos, de que se han consituido en auténticos adevenedizos, cotejados dentro y fuera.
¡Retire el problema de su compañía¡ ¡retire la palabra percibir, percepción, percibida, de todos sus procesos y documentos¡, y verá como así, sí.
Con el nivel de madurez y concienciación (porcentaje cuantioso) de nuestros Responsables-Sociales-Corporativos, en las próximas memorias, van a quedar incorporados, entre otros:
– Ratios de percepción interna y externa respecto a integración real en sus procesos de gestión, de la RSC, sobre 3 rangos de gestión contrastada: transparente, traslúcida y opaca.
– Conclusiones del auditor tras realizar la inspección para verificar garantías de
a) igualdad de opción
b) respeto a los derechos humanos
c) condiciones óptimas de imparcialidad en procesos internos vinculados a la RSC…
se avisa a aquellos que quieran concursar que ello probablemente provoque que se dejen de presentar % de minusválidos ó mujeres, dejando sólo % de capacitados ó incapacitados en la empresa (capacitación asociada a puesto) sobre total. La única minusvalía entonces, será la que tenga la compañía que no cumpla, por la disminución de su valor percibido y contrastado interno y externo.
– % de esfuerzo realizado sobre esfuerzo factible, previamente estimado, para llegar a grado máximo de austero (no miserable, frugal podríamos decir) respecto a estipendios, dietas, gastos asociados a representación y otros varios.
– % de esfuerzo realizado sobre esfuerzo factible, previamente estimado, para llegar a grado máximo de severo (no rígido) e inflexible respecto a normas internas asociadas a consumo de papel ú otros dispendios.
– Total de conductas censurables identificadas, % de procesos de modificación de dichas conductas implantados, con detalle de acciones establecidas y % de conductas censurables eliminadas en plazo establecido (con detalle de medidas correctoras).
Las compañías que se presenten a esta plataforma de observación sobre RSC contrastada, no percibida, obtendrán un distintivo que deberán llevar en sus tarjetas de visita y demás documentos públicos. A saber:
Distintivo NPNS: No ha pegado ni sello.
Distintivo RSCdes: Empresa desvirtuada en RSC.
Distintivo RSCin: Empresa reconocida a nivel interno en RSC.
Distintivo RSCor: Empresa que, con orgullo y satisfacción, ha sido reconocida a nivel interno y externo en RSC. Supone máximo convencimiento interno y externo de que esa compañía es una sociedad que apoya la transformación (económica, social, de derechos…) de la SOCIEDAD.
Sólo aquellas compañías que obtengan puntuaciones máximas en RSCin podrán optar a trabajar (generar planes, hacer declaraciones, desarrollar, apadrinar…) en RSC a nivel externo, para optar al distintivo RSCor.
Alguien que era alguien en su compañía, me dijo hace muy poco “si los clientes supieran como se toman las decisiones aquí, no tendríamos clientes, pero ni lo saben ni se consentirá, nunca, que esto trascienda, por supuesto”…caso insólito, sin dudarlo, en el páramo empresarial de este país.
*Artículo extraido de Training & Development Digest
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