¿Qué está ocurriendo?
Descontento, mal clima laboral, desmotivación, falta de compromiso. La globalización, la deslocalización y otros cambios en el mercado han acabado con la seguridad laboral. Pensar en una carrera profesional a largo plazo en una sola empresa, ha pasado a la historia.
Nos encontramos con la generación de profesionales mejor preparada de nuestro país. Y posiblemente la más desmotivada. Incluso ha surgido una nueva clase de profesionales, los llamados "mileuristas ".
Los profesionales tienen la sensación de que no son valorados en las empresas. El exceso de preparación les convierte en "commodities", en profesionales de Marca Blanca. Están sufriendo el mismo proceso que los productos sin marca en los lineales de las cadenas de distribución. Tienen calidad, pero son baratos, indistinguibles y fácilmente sustituibles.
La inseguridad laboral ha acabado con el compromiso real y la vinculación con un proyecto común de futuro.
En la formula de la productividad, parece que sólo existe el denominador, los costes. El miedo a los gigantes asiáticos y a la competencia global ha centrado gran parte de las políticas de gestión de personas en el recorte de gastos laborales. Entre los profesionales existe la sensación de que la frase, "las personas son el principal recurso de esta empresa", es solo una frase hecha que pierde su sentido en cuanto los resultados no son los previstos por la central en Chicago, París o Barcelona.
RRHH se ha convertido en el blanco de todas las críticas. Inspira temor en lugar de ser considerado como el departamento encargado de desarrollar a los profesionales. Se les echa en cara que son el instrumento de la empresa para efectuar las reestructuraciones.
¿Es posible cerrar la brecha que se está creando entre profesionales y empresas? Yo estoy convencido de que si, pero hace falta un cambio radical en la forma de gestionar las empresas y las personas.
¿Cuál es el camino?
Evidentemente se ha acabado el trabajo para toda la vida. Pero ¿Es un problema o una oportunidad para empresas y profesionales? Pues como en cualquier proceso de cambio, es posible sacar partido de él.
En mi opinión los problemas son dos:
El primero es la falta de reconocimiento de la labor de los profesionales por parte de la empresa. Está ocurriendo algo parecido a lo que les ocurrió a los países productores de petróleo. No fueron capaces de utilizar ese recurso natural y se ha acabado convirtiendo en una maldición.
De igual modo, quizás el exceso de oferta, la inflación de profesionales bien preparados, ha creado una falsa sensación de opulencia que nos puede llevar al desastre a corto plazo. Estamos desaprovechando una riqueza que es la única que puede marcar la diferencia.
La gestión de personas en las grandes compañías ha creado algo parecido al Taylorismo del conocimiento. En cualquier asunto relacionado con las personas dentro de la empresa se mide, se clasifica, se evalúa y se testea el trabajo de los profesionales para encajarlo con las estrategias de la compañía. Se elimina cualquier elemento creativo o se penaliza cualquier iniciativa que se salga del camino marcado por los manuales de procedimientos. Para un profesional bien preparado y con ganas de hacer cosas, esto es terriblemente desmotivador. Tiene la sensación de que es un auténtico "recurso humano", nada más y nada menos. Se produce la "comoditización" del profesional.
El segundo problema, unos cuantos escalones por debajo del anterior en la pirámide de Maslow, es la retribución económica y la estabilidad en el empleo. Parece que se han acabado los años en los que con trabajo duro, esfuerzo, bastante aguante y un poco de suerte, se podía llegar a un puesto de responsabilidad al llegar a los cuarenta y tantos. Hoy un profesional tiene suerte si no ha sido afectado por una reestructuración, fusión o reingeniería antes de llegar a los treinta y no está prejubilado antes de los cincuenta y cinco.
No vamos a entrar en las implicaciones sociales, pero evidentemente las tiene y las estamos sufriendo. Los lineales de libros de gestión parecen los de autoayuda. Los quioscos están repletos de revistas de psicología, nueva era y remedios variados contra el descontento.
Sin embargo, por terrible que parezca la situación, existe una salida revolucionaria por su simplicidad y su sentido común, la Marca Personal.
¿Qué es la Marca Personal?
Marcar: (verbo) dejar una impresión inolvidable en la mente de alguien. Concise Oxford Dictionary.
Marcar: Actuar sobre alguien o algo imponiéndole carácter o dejándole huella moral. RAE
Una Marca es el reflejo de la relación que una empresa tiene con sus clientes y se expresa a través de sus compromisos y de lo que esta defiende.
¿Las personas podemos tener una Marca? ¿Sabes cual es la tuya? ¿Como podemos hacer que nuestro trabajo tenga una marca propia y sea más visible, reconocido y valorado? ¿Cómo puede conseguir una Marca Personal que nuestros esfuerzos sean mejor recompensados? ¿Por qué una marca nos hace ser más valorados como personas y como equipos? ¿Sabemos como somos percibidos a nivel personal y profesional? ¿Se puede aplicar el concepto de marca a un equipo o departamento?
Personal Branding es un método para identificar tu valor como ser humano, para conseguir que ese valor sea ampliamente conocido, y para nutrir y potenciar ese valor a lo largo de tu vida. Es la manera de devolver la motivación y la autoestima a los profesionales mediante el reconocimiento de su individualidad. Pero al mismo tiempo es una herramienta para ser más valioso para su empresa o para su mercado y, además, ser mejor valorado. La Marca Personal es la respuesta a los dos problemas planteados, el reconocimiento profesional y la cobertura de las necesidades materiales.
El concepto de marca implica un proceso que va desde dentro hacia fuera, conocido como posicionamiento centrado en el valor. Al igual que los productos, las personas tienen un rasgo predominante que define su personalidad. Eso define su marca.
Una Marca Personal es la idea positiva, clara y poderosa que viene a la mente de las personas cuando piensan en alguien. Es aquello en lo que destaca, los valores, las habilidades y acciones que otros asocian con él.
Esto se consigue explicándole tres cosas al mercado: Quién eres, Qué haces, Qué te hace diferente, o cómo creas valor para tu mercado objetivo. Los jefes, los colegas, los colaboradores o los clientes van a ser su mercado.
El objetivo de poner una marca comercial es dejar una impresión duradera acerca de la naturaleza de una empresa, un producto, un servicio, un proceso o una persona.
La Marca Personal es una metáfora útil para ayudar a los profesionales a adaptarse al nuevo entorno profesional. No implica de ningún modo simplificar o convertir al ser humano en un objeto o en un producto sino todo lo contrario, ayudarle a descubrir toda su complejidad.
Este no es un concepto nuevo sino, más bien, todo lo contrario. Significa volver a utilizar el sentido común, volver a los fundamentos del ser humano. Se puede decir que para crear una Marca Personal es necesario el conocimiento profundo de uno mismo y el descubrimiento de las necesidades de los demás para satisfacer las necesidades de ambos. ¿No es esto lo que buscan las empresas?
Esta idea tan simple nació a mediados de los 90, en los EEUU (como no). Cuando ya quedó claro que las empresas jamás serían como antes. Al mismo tiempo en que se veía que la nueva economía iba a cambiarlo todo y que cualquier persona con un PC y una línea de teléfono podría cambiar el mundo. Surgió el fenómeno de los Agentes Libres. Personas que se dieron cuenta de que podían utilizar sus valores, sus conocimientos, sus fortalezas y su talento para satisfacer las necesidades de otros vendiéndoles sus servicios.
Se produjo la Revolución de la Marca Personal. En la que cada profesional debe descubrir aquello que le hace diferente. Que somos capaces de hacer muchas más cosas de las que nos dice nuestra "Job Description".
Esta forma de pensar, ya está siendo aplicada por numerosas empresas en EEUU. Sin embargo, aquí apenas ha tenido eco hasta ahora.
Detrás de este concepto, hay autores tan representativos como Tom Peters o el recientemente fallecido Peter Drucker. Desde hace casi 10 años están fomentando este tipo de gestión en las empresas.
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