Coaching, mentoring y muchos otros términos ingleses acabados en ing hemos acogido sin problema en nuestra jerga de trabajo diaria durante años. Pues nada, desterrémoslos. Lo que verdaderamente funciona para mejorar nuestro rendimiento y productividad es el "copuling".
Un simpático revuelo se ha montado esta semana pasada tras haber publicado la noticia de que hacer el amor es beneficioso para la vida laboral (http://www.rrhhdigital.es/noticia_ampliada.asp?id=16032).
Realmente parece una obviedad; cualquier médico recomendaría hacer el amor para mejorar la calidad de vida de cualquier persona en cualquier faceta. Igual que tomar una copa de vino o una caña a diario. Pero no hay que emocionarse, en cualquier momento podría aparecer Elena Salgado para dejarnos sin vino, cerveza o sexo, igual que nos quiere dejar sin hamburguesas gigantes. En cualquier caso, siempre nos quedará Caldera para afirmar que la reforma laboral ha mejorado la vida sexual de los españoles.
Sin quitar importancia a esta información, que mucha gente argumentará ante su pareja para mejorar una vida íntima atormentada por el mundo laboral, seguramente podríamos hacer un catálogo ilimitado de actividades humanas que son beneficiosas para reducir el estrés y mejorar nuestra vida profesional -y personal también-. A mi se me ocurren unas cuantas que nada tienen que ver con el sexo, aunque este pueda ser el mejor para la mayoría. Lo ideal sería que cada uno de nosotros hiciéramos y pusiéramos en marcha nuestra propia lista de actividades para mejorar vida personal y laboral.
Más sorprendente resulta –aunque cada vez menos- que el 20 por ciento de los directivos norteamericanos consultan su correo electrónico en el cuarto de baño (http://www.rrhhdigital.es/noticia_ampliada.asp?id=16010). Las nuevas tecnologías facilitarán mucho las cosas para que ese 20% vaya aumentando progresivamente, en Estados Unidos, en España y en todo el mundo. Y es que el cuarto de baño se está convirtiendo en uno de los pocos lugares donde uno puede encontrar la tranquilidad necesaria para concentrarse y poder rendir con garantías, aunque existe el riesgo de que se nos duerman las piernas.
El no va más será, antes de reuniones o discursos de extrema importancia, hacer el amor en el cuarto de baño mientras se consulta el correo electrónico. Y si no se tiene e mail, mucho mejor.
Que haríamos sin noticias como estas…
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