Estamos inmersos ya en el último mes del año, y es en este punto en el que las prisas por cerrar honrosamente el año se apoderan del personal de las empresas. El miedo a no cumplir los objetivos planteados a principios de año, bien por un exceso de euforia o bien por una mala gestión empresarial, se adueña de los directivos que deben rendir cuentas ante los “patriarcas” o grandes jefes. Una mala administración de recursos durante el año puede dar al traste con el planteamiento del año entero. Es el momento de hablar de balances, resultados, comisiones comerciales, etc.
Una vez se han rendido cuentas, es el momento de pensar en “el mañana”, en el próximo año, en intentar enmendar los errores o, por el contrario, buscar fórmulas o acciones para intentar mantener la línea alcista, en el caso de que el ejercicio haya sido positivo. Es el momento en el que nos debemos sentar para planificar -hermosa palabra-.
Cómo proceso continuo que es, la planificación refleja los cambios del ambiente en torno a la compañía, y busca adaptarse a los mismos.
Cuando ya se echa el telón a este 2006, las empresas empiezan a preparar sus acciones para el año 2007; presupuestos, ideas innovadoras y planes de mercadotecnia son objeto de deseo de cualquier planificador. Es en este momento en el que se ponen en contacto con todos los medios, habidos y por haber, para ver si entran dentro de la propuesta anual.
He vivido muchos años esta experiencia, y créanme, queridos lectores, cuando les digo que es una experiencia que merece la pena vivir. Si algo me ha gustado en mi vida laboral es ver a todos los departamentos, especialmente los de comunicación y mercadotecnia, teclear como locos, colgarse del teléfono, negociar, pedir presupuestos e investigar sobre nuevas técnicas de ventas, formación, medios de comunicación nacional y especializada, etc.
Respecto a la formación (este apartado atañe más al departamento de Recursos Humanos que al de mercadotecnia) he de decir que es impresionante el abanico que de un tiempo a esta parte se ha abierto en cuanto a la oferta de cursos, jornadas, seminarios, etc.. siempre orientados a las empresas que buscan aportar valor a sus empleados. Afortunadamente, el número de empresas que se implican y buscan formación extra para sus empleados ha crecido de forma notable.
Sólo espero que se siga con la tendencia de aplicar el mercadotecnia a los Recursos Humanos, ya que de esta manera este ámbito podrá desarrollar todo el potencial del que hace gala todos los días.
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