Hay un refrán popular que dice que “el tiempo es el mejor maestro, pero tiene la mala costumbre de matar a sus alumnos”
Si trasladamos esta frase a la vida empresarial podemos pensar que la experiencia es un buen maestro, pero no podemos sacrificar a la organización para lograr un aprendizaje. Las empresas no pueden permitir que un error se cometa muchas veces por distintas personas, para que este se solucione y forme parte del conocimiento colectivo.
En la empresa las personas actúan colectivamente, pero aprenden individualmente. Creo que debemos enfocar la cuestión y llegar al punto que las personas aprendan colectivamente y luego actúen individualmente. El gran problema de la formación es que muchas veces no logra materializarse en las conductas individuales.
Los Responsables de Recursos Humanos disponemos de pocas herramientas para lograr este objetivo, se nos hace difícil recoger la experiencia institucional y difundir sus lecciones.
Recuerdo el concepto de Albert Bandura, sobre aprendizaje vicario, que es aquel que se realiza observando a otros, sin necesidad de experimentar personalmente las acciones, Bandura también dice que al ver las consecuencias positivas o negativas de las acciones de otras personas, las llevamos como si fueran nuestra propia experiencia en otras circunstancias, por lo que debemos generar en las organizaciones que trabajamos herramientas que permitan este tipo de transmisión de conocimiento.
¿Cómo pueden las empresas procesar las lecciones del pasado para que sean traducidas en una acción eficaz?
Art Kleiner y George Roth proponen una solución que le han dado el nombre de historial de aprendizaje: es un relato escrito del conjunto de recientes incidentes críticos de una empresa: un hecho que cambia la empresa, una nueva iniciativa, el lanzamiento de un producto, una situación traumática, etc. El documento tiene dos columnas. En la derecha se exponen los acontecimientos más relevantes tal como lo vivieron las personas que tomaron parte en ellos o padecieron sus efectos.
La columna izquierda es otra cosa distinta: recoge el análisis y los comentarios de los historiadores del aprendizaje. Este pequeño grupo esta compuesto por expertos del aprendizaje de la empresa, que analizan y enriquecen el texto.
Una vez completado este, será utilizado como base para los grupos de discusión.
Como en la antigua práctica de contar cuentos en comunidad, las personas reviven juntas un acontecimiento y aprenden a descifrar su significado colectivamente.
El historial es más un proceso que un producto terminado.
• Los efectos positivos de esta técnica, primero generan confianza. Los empleados que se habían sentidos aislados empiezan a creer que no están solos.
• Segundo, es útil para sacar a la luz cuestiones sobre las que la gente desearía hablar, pero no tienen valor de exponer abiertamente, ya que los comentarios son anónimos.
• Tercero, los historiales de aprendizaje han demostrado su utilidad para transmitir el conocimiento de una parte de la organización a otra.
• Se puede crear un conjunto de conocimientos generalizable acerca de la gestión de la empresa.
Todo esto, que parece un proceso complejo y que necesita de grandes expertos, no es más que la posibilidad de generar un clima de confianza y superación que de lugar al error y a la búsqueda conjunta de soluciones.
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