Cuando asesoraba a una de las principales agencias de noticias de España, solía despachar con su (extraordinario) presidente a primera hora, a eso de las ocho y media o nueve de la mañana. Tenía una antesala a su despacho con una mesa inmensa llena de los periódicos del día; de todos los periódicos, tanto nacionales como locales.
Aprendí entonces a amar la prensa escrita y desarrollé la costumbre de comprar periódicos diariamente. Ahora, claro, no todos porque el presupuesto no me daría para tanto. Agradecí en su momento, y agradezco cada vez más porque están continuamente saliendo nuevos, la aparición de los gratuitos y me verán ustedes a primera hora en cualquier boca de Metro haciendo buen acopio de ellos.
Ahora a una de mis hijas en la universidad (y no está haciendo periodismo) le imponen como asignatura leer todos los días varios periódicos, uno de ellos al menos económico y los demás de información general. Le piden que sean periódicos y no que lea ediciones digitales (lo que es un error ya que se pierde consultar RRHH DIGITAL, por supuesto) y que, incluso, recorte las noticias más interesantes para llevarlas a clase y comentarlas desde la perspectiva de la carrera que está estudiando.
Yo, en su día, también aprendí la técnica de lectura rápida de las noticias (prácticamente los titulares) y más sosegada de aquellas noticias que te parecen interesantes y a esquematizar en la cabeza un “resumen de prensa” digno de las noticias de cualquier emisora de radio.
Y con todo ello, no solo estaba al día en lo que ocurría, no solo conocía varias versiones de la noticia, sino que aprendí a utilizar en mi trabajo el torrente de información que recibía diariamente.
Sigo con esa costumbre e intento relacionar noticias, con asuntos, actualidad con juicios y la información con los intereses de mis clientes.
Mi hija me ha dicho que ella está haciendo lo mismo y le resulta más fácil estudiar las materias una vez que en la práctica, en esos periódicos diarios, ha visto y comentado alguna noticia relacionada con aquellas.
Todo esto viene a cuento de que creo que en las empresas debían imponer entre sus trabajadores una hora obligatoria de lectura de periódicos y subsiguientes comentarios, como en la universidad de mi hija, adaptando las noticias a la realidad de la compañía y de forma que los empleados buscaran noticias de todo tipo relacionada con su trabajo y la manera en extrapolarlas a la realidad de su trabajo.
Se podría, incluso, hacer equipos por grupos de noticias: Unos para las deportivas, otras las del corazón, otros las económicas, aquellos las políticas internacionales… De todas ellas, seguro, que habría las que influyen en la empresa y en el trabajo de cada departamento.
Y, si no lo creen, hagan la prueba….
Como es habitual en mí doy hasta el vocablo inglés con el que puede ser conocido el experimento: “MANAGEPRESS”.
¡Ah! Pero que incluyan los Digitales y, en concreto RRHH DIGITAL, por favor.
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