¿Seres humanos o seres mecánicos?

Una vez leí un libro muy bueno en el que había una parte que decía más o menos así:

Un psiquiatra, en un hospital, comenzaba a tener más y más pacientes, y cada vez salía más tarde del trabajo, le echaba más horas y acababa agotado. Sus pacientes estaban encantados con él, y él se preocupaba por sus pacientes, lo que le hacia más difícil dejar de atenderles, cuando sabia que realmente le necesitaban.

Un buen día, harto y estresado hasta la extenuidad, se fue a ver al jefe y amigo de planta de psiquiatría para contarle lo que le estaba sucediendo. Y el dialogo se desarrolla más o menos de la siguiente manera:

Psiquiatra: Miguel (jefe de la planta de psiquiatría), tengo un problema.

Miguel: ¿Cuál es tu problema?

Ps.: que cada vez tengo más pacientes, y cada vez estoy saliendo más tarde y acabo agotado.

Miguel: ¿Y?

Ps.: Como que ¿y?

Miguel: Pues eso, tienes más pacientes y cada vez estas más agotado ¿y?

Ps.: Creo que no me he explicado bien. El hospital me envía más pacientes. Yo los veo a todos, se me alarga la consulta y no puedo más. Me estoy agotando física y mentalmente. Mi salud se está comenzando a resentir.

Miguel: Si, ya te oí la primera vez. ¿Y?

Ps.: (ya se estaba alterando. La cara se le empezaba a poner roja del enfado que estaba cogiendo, e, intentando aguantar su enfado, volvió a dirigirse a su jefe, pero esta vez con un tono más elevado). Miguel, te estoy diciendo que tengo un problema, y me da la sensación de que me estas ignorando. Tu eres el jefe de la sección donde yo trabajo y te estoy contando que tengo un problema, y lo único que me dices es ¿y?

Miguel: Mira, yo te escuché la primera vez y las siguientes. Y no haces más que decir que TÚ tienes un problema. ¿Qué hace la gente cuando tiene un problema? Lo intenta resolver, ¿verdad? Como tú bien dices TÚ tienes un problema, y tú debes resolverlo…

Ps.: UN MOMENTO! ¿Me estás diciendo que tú, jefe de la planta de psiquiatría donde yo trabajo, ves que tengo un problema laboral y no vas a hacer nada al respecto?

Miguel: Es muy difícil que yo pueda resolver TU problema. Que yo sepa, tú haces un buen trabajo con tus pacientes y atiendes a todo el mundo. Pero una vez cumplida tu jornada y cubierto el número mínimo de pacientes que debes atender, nadie te impone nada. Entonces ¿de quién es el problema?

Ps.: O sea, me dices que el problema es mío.

Miguel: Si no es así, ¿de quién es? ¿quién es el que tiene que parar de ver a más gente de la que puede? ¿quién es el que tiene que salir a una hora normal?

Efectivamente TÚ tienes un problema, y me temo que nadie mejor que tú para ayudarte a ti mismo.

Esta conversación refleja lo que nos pasa en muchas ocasiones, y a veces sin darnos cuenta, pues estamos educados para buscar a alguien que sea responsable de nuestros males. Este es un don común.

La formación, en las empresas de habilidades de comunicación y otras competencias, cada vez es más popular. Sin embargo, es muy difícil amaestrar a una fiera si el domador no crea, en primer lugar, confianza. Es muy difícil intentar enseñar al que no quiere aprender.

¿Qué es lo que la formación tradicional se está dejando en el tintero, y parece como si diera miedo sacarlo a la luz? Precisamente las habilidades del SER HUMANO, en inglés human being, en lugar de ser SERES HACEDORES, human doing, que es en lo que nos estamos convirtiendo con los métodos y formación tradicionales.

El coaching, como herramienta, no deja de ser algo que muchos están malinterpretando para introducirlo en las empresas y seguir trabajando en producir SERES HACEDORES, cuando en realidad es una filosofía de vida que te enseña, a través de la auto-observación, a tomar responsabilidades sobre lo que le ocurre a uno mismo, reconociendo el entorno y circunstancias donde nos movemos, y siendo conocedor de la influencia que uno tiene dentro de su sistema, sin convertirse en victima de las influencias que también recibimos del sistema.

Pero al igual que uno es influenciado por la política que una empresa impone, la empresa es influenciada en su estrategia por los comportamientos que los individuos desarrollan. Y habilidades tan básicas como la escucha activa o el poder del lenguaje, o la inteligencia emocional, o el conocimiento transpersonal, son vitales para volver a recuperar para los seres humanos valores tan importantes como lo es el agua para la vida. Todas estas habilidades básicas, cuando se demuestran en un alto grado, y en combinación, y no de manera aislada, con herramientas y estructuras, es lo que hace que el coaching sea más una filosofía enfocada hacia resultados y al desarrollo del ser humano que una simples herramienta para hacer mejor las cosas.