Algunas claves para despedirte de tu empresa sin cerrar sus puertas

El mundo es un pañuelo y no es un tópico típico. Frases como «Mientras yo dirija esta compañía estás vetado» o «Gracias por todo, siempre tendrás las puertas abiertas de esta empresa, forman parte de la misma realidad. Del amor al odio empresarial hay un pequeño trecho. Los sentimientos, la empatía es clave para estar a gusto en un trabajo. Porque las empresas las conforman profesionales con sus ambiciones y objetivos a corto y medio plazo. En esta tesitura, desarrollar una carrera profesional en cualquier compañía no es sencillo. Parece, a veces, como si triunfar, fuera molesto. Llegado a un determinado momento, es posible que te plantees romper con todo y empezar una nueva etapa

Desde este punto de vista, hay una serie de factores a tener en cuenta a la hora de pensar en un cambio profesional:

A) Debo estructurar mi escala de valores; diferenciando los valores personales
(tiempo libre familiar, para hobbys, propio biorritmo profesional) de los profesionales (desarrollo dentro de una jerarquía, status, conocimiento técnico, capacidad de gestión o autonomía) a la hora de tomar esa decisión. Hay que valorar si esos valores personales se pueden mejorar en un nuevo entorno profesional

B) Estoy tomando la decisión adecuada? Debes diferenciar los hechos de los sentimientos para tomar la decisión correcta. Siempre siguiendo la citada escala de valores antes mencionada. Es el momento de aplicar los principios elementales de la inteligencia emocional.

C) Planifica tu decisión. Si voy a seguir, estoy más satisfecho porque no estoy tan mal como pensaba. Si opto por marcharme debo estructurar mi entrevista con mi supervisor (mando superior inmediato). Debe de conocer mi escala de valores y los hechos que hacen que tome esa decisión. Necesito una planificación coherente

D) Busca un aliado en tu supervisor superior. Detecta si es un interlocutor válido que te pueda apoyar en tu decisión de irte. Debes pedirle discreción a la hora de manejar la información confidencial que le proporcionas. Evita que se entere toda la empresa antes de marcharte, entonces reduces tus posibilidades de negociación. Si planeas bien la estrategia puedes tener un aliado en la entrevista final con el área de RRHH

E) Elige el momento adecuado de la entrevista En función de tu agilidad y de las variables que tienes en ese momento (tener un trabajo estable o una posible oferta) en la toma de decisiones no debes de demorar demasiado esta entrevista debes planificar la entrevista. Hay elegir bien el momento que no interfiera el ritmo habitual de la empresa. El tiempo más tranquilo. Si puede ser durante la comida mejor, así se evitan tensiones.

F) Valora la entrevista mantenida, Puedes seguir? Analiza la conversación mantenida y los imputs recibidos: Después de esta conversación puedes saber si puedes tener posibilidades de un aumento; sabrás en seguida si tienes un aliado o por el contrario tienes un nuevo problema adicional.

G) Cuidado con perder tu credibilidad : Desde este momento, las opciones son variadas; puedes tener opción de promocionarte con lo cual puede haber opciones de renegociación. En el peor de los casos, te puedes ir con la cabeza alta sabiendo que no ha habido manera de mejorar tus condiciones. Has perdido tu credibilidad como empleado y será complicado que puedas utilizar este tipo de entrevista como herramienta de negociación de condiciones laborales

H) No abuses de la estrategia como fórmula de funcionamiento. Lo tienes que utilizar una vez tengas claro si tienes opciones de triunfar en la negociación de tus condiciones laborales. Pero no debes abusar de esta estrategia. Por eso, hay que elegir la situación ideal en el contexto empresarial adecuado. Este tipo de momentos no sucede a menudo.

I) Negocia con garantías con el Dpto de RRH. Ha llegado el momento de la verdad. Posiblemente tengas que abordar la siempre incómoda entrevista con el Dpto de RRHH. En función de la entrevista anterior estaremos hablando de renegociación o de ejecución del finiquito. Procura mantener el tipo en esta reunión, porque en cualquier momento puedes tener opción de recolocación dentro de la empresa a corto y medio plazo. Por eso, si te marchas no seas incómodo con tus reivindicaciones.

J) Sigue en contacto con tu antigua empresa. Si te marchas, mantén, sin caer en la pesadez, un contacto estrecho con tu empresa. Como ya sabes este mundo es un pañuelo y si hoy sobras mañana puedes ser necesario. La rotación en las empresas es muy alta. Sigue ahí, mañana el nuevo director de RRHH puede volver a contar contigo. Por eso, no debes cerrarte las puertas para ello debes controlar tus emociones y ser práctico. Siempre puede haber un proyecto en el que puedas incorporarte.