La Comisión Europea (CE) ha mostrado su satisfacción por la aprobación en la ONU del borrador de la Convención Internacional para los Derechos de las Personas Discapacitadas, el primer tratado sobre derechos humanos que se acuerda en este siglo XXI.
El acuerdo ‘representa un gran éxito’, señaló el comisario europeo de Asuntos Sociales e Igualdad de Oportunidades, Vladimir Spidla, quien recordó que la Comisión participó ‘activamente’ en las negociaciones y que la UE será una parte de este tratado.
Spidla valoró especialmente la participación de organizaciones de personas con discapacidades, especialmente las europeas, durante todo el proceso negociador.
El Ejecutivo comunitario destacó que la Convención establece ‘claramente’ que la discapacidad es una cuestión que afecta a los derechos humanos y que las personas que las tienen deben disfrutar de todos sus derechos y libertades fundamentales.
El borrador, aprobado el viernes, obligará a los gobiernos a adoptar medidas específicas a favor de los 650 millones de personas que sufren minusvalías en todo el mundo.
La convención será un instrumento vinculante para los gobiernos introduzcan cambios en sus legislaciones referentes a mejorar y promover el acceso a la educación y al empleo a las personas discapacitadas, así como a que puedan tener acceso a la información y sistemas de salud adecuada y movilizarse sin obstáculos físicos ni sociales.
También tiene como objetivo proteger y garantizar la igualdad plena con el resto de personas en áreas como la participación en la vida pública y en el bienestar social.
El término de discapacidad fue uno de los puntos más controvertidos durante el debate previo a la adopción.
Finalmente se ha acordado definir como discapacitadas a una persona que sufre algún menoscabo físico, mental o sensorial que le limita la capacidad de llevar a cabo las actividades cotidianas, y que es causado o agravado por condiciones sociales y ambientales.
Según datos de la ONU, el 80 por ciento de las personas con minusvalías viven en los países en desarrollo, mientras que en las naciones industrializadas, la tasa de discapacidad es más alta en los sectores sociales más marginados y con menor acceso a la educación.
Naciones Unidas calcula que el 90 por ciento de los niños con minusvalías no asisten a la escuela, y que el índice mundial de alfabetización de adultos con discapacidades llega solamente al 3 por ciento, un porcentaje que baja al 1 por ciento en el caso de las mujeres que sufren la misma situación.
El tratado deberá ser aprobado por la Asamblea General de la ONU en el período de sesiones que empieza en septiembre, y para su entrada en vigor luego necesitará la ratificación de los países miembros.
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