El director del Fondo Monetario Internacional (FMI), Rodrigo Rato, apuntó la necesidad de que España tome medidas respecto al envejecimiento de la población en un momento como el actual de crecimiento económico. Rato aseguró, en un encuentro con los medios de comunicación en Gijón, que la organización internacional a la que representa echa de menos estas medidas.
España está en un momento de recaudación «fuerte», con un protagonismo creciente de las administraciones territoriales, según Rato. Sin embargo, apuntó a riesgos como el incremento de la inflación, del desequilibrio exterior y la necesidad de adoptar «reformas estructurales que aumenten la competitividad de la economía, así como reformas del gasto que garanticen el mantenimiento del sistema social». Asimismo, señaló que el envejecimiento no sólo afecta a España sino también a Europa. Rato alertó, en este sentido, de que en algunos países europeos este fenómeno va empezar a «manifestarse en términos financieros muy a principios de la próxima década».
Por este motivo, el FMI ve «urgente e imprescindible» que los países aprovechen esta bonanza económica. «Dejar las reformas para las crisis es la mejor manera de pasarlo mal», aseguró. También apostó por alargar la edad de jubilación, fomentar que la gente quiera trabajar más tiempo o facilitar la incorporación de la mujer al mercado laboral, aunque señaló que cada país debe adaptarlo a sus características.
A pesar del problema del envejecimiento, señaló que el último informe económico del FMI sobre la economía española constata un crecimiento económico importante y, sobre todo, diferencial con el Unión Europea. Por contra, en él se van acumulando desequilibrios que están siendo, de alguna manera, suavizados por la pertenencia al euro.Estos desequilibrios «complejos», pueden tener manifestaciones negativas en un contexto de desaceleración de la economía española al no tener ya política monetaria.
Competitividad
Por ello, el FMI ve necesario que desde la política presupuestaria el Gobierno agudice el equilibrio macroeconómico. También que la política de reformas acelere la capacidad de crecimiento de la economía para aumentar la competitividad. Además, consideró importante aumentar la flexibilidad financiera para que los consumidores se beneficien de créditos baratos, por ejemplo. Para que esto se produzca es necesario una mayor competencia de entidades financieras, como de la que se ha beneficiado España, entre otros países.
Respecto al tema energético, señaló que siempre hubo grandes dificultades para integrarse. En su opinión, esto se debe a la existencia de diferentes regulaciones y a que aún quedan empresas públicas. «Todavía vivimos con niveles de proteccionismo encubierto bastante considerables», criticó.
Rato indicó que hay países que van muy por detrás en el proceso de liberalización. Muchos países, según afirmó, fijan los precios, al menos en parte. También criticó los «excesos de oferta» energética, que debe ser soportado por la empresa, lo que puede derivar muchos problemas. Respecto a la defensa del producto energético nacional frente a la OPA de grandes empresas, en su opinión, «enmascara el deseo de grandes compañías de seguir controlando un mercado cautivo bajo la suposición de que son empresas nacionales».
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