Las tarifas que pagan los autónomos de forma voluntaria y que corresponden a prestaciones por accidentes laborales y enfermedades profesionales se reducirán cerca del treinta por ciento a partir de enero, en función de la actividad.
Las mismas fuentes precisan que el objetivo de esta reducción es igualar los costes con el resto de trabajadores.
En un comunicado, la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) añade que estos cambios son el resultado del decreto que establece nuevas tarifas dentro de las medidas de consolidación y reforma de la Seguridad Social, pactado por el Gobierno y los Agentes Sociales en junio.
Las disminuciones de las tarifas se producirán en sectores como la hostelería, que pasará del 2,65 por ciento al 1,35 por ciento, peluquería (del 2,25 al 1,15 por ciento), seguros (del 1,20 al uno por ciento), textil (del 2,25 al dos por ciento) o comercio al por menor (del 2,25 al 1,80 por ciento). No obstante, en actividades como la construcción se producirá un incremento del 7,25 al 7,60 por ciento debido a la reordenación de tarifas.
UPTA considera «positiva» esta medida puesto que iguala los tramos de tarifas con el resto de los trabajadores, a pesar de que el sistema siga siendo «discriminatorio» al no incorporarse los accidentes en los desplazamientos de casa al trabajo («in itinere»).
Asegura que seguirá trabajando para conseguir que las tarifas más altas se vean disminuidas para asegurar la «participación masiva» de los autónomos en las coberturas y avanzar en una «verdadera universalización» de la protección social del colectivo.
El hecho de que las tarifas de los trabajadores por cuenta propia sean más altas que las correspondientes al Régimen General se debe a que en 2004 se les aplicó unas previsiones de subida para todo el sistema que después no se establecieron para el resto de los regímenes.
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