El sindicato CCOO ha hecho pública su satisfacción por la ratificación de una sentencia por parte del Tribunal Superior de Justicia de Castilla León sobre discriminación salarial, que obliga a una empresa de Valladolid a igualar el salario de una de sus trabajadora al de sus compañeros varones al realizar ésta el mismo trabajo.
Concretamente, el Tribunal ha ratificado la condena a la empresa Valladolid Motor SL a pagar el mismo salario a esta empleada, una sentencia, ya firme, que sin embargo no ha evitado que esta discriminación derivara en una situación de acoso laboral y en la salida de esta trabajadora de la empresa, que actualmente no forma parte ya de la plantilla, explica CCOO en un comunicado.
Desde la Secretaría de Mujer del sindicato se denuncia en este sentido que «ni siquiera los Tribunales de Justicia son suficientes para evitar la discriminación laboral por motivos de sexo», ante lo que «se hace necesario modificar las conductas de los empresarios respecto del papel de la mujer en el trabajo».
Pese a ello, desde CCOO se valora «muy positivamente» esta sentencia, ya que crea jurisprudencia en la legislación de esta Comunidad «abriendo vías para que otras mujeres denuncien la discriminación laboral que sufren en sus lugares de trabajo».
En este sentido, el sindicato ya presentó una demanda de discriminación laboral a través de sus servicios jurídicos en el Juzgado de lo social de Valladolid. Este primer fallo ya sentenciaba que la trabajadora debía cobrar lo mismo que sus compañeros puesto que realizaba el mismo trabajo. La empresa recurrió la decisión.
Ahora, el Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León ha ratificado esta sentencia desestimando el recurso de Valladolid Motor SL.
La empresa, –recuerda CCOO–, «mantenía a la trabajadora en una categoría inferior y, por tanto con un menor salario, a pesar de que realizaba el mismo trabajo que sus compañeros». Tras la sentencia, la compañía ha tenido que abonarle la diferencia salarial entre ella y sus compañeros.
Pese a todo, CCOO considera que este éxito para todas las mujeres trabajadoras «se ha visto empañado por la actitud de la empresa». Según sus datos, y raíz de la primera sentencia condenatoria, Valladolid Motor «ha estado instigando a la trabajadora hasta el punto de tener que pedir una baja por depresión». Además, y tras su reincorporación la empresa, «impidió a la empleada realizar sus funciones y le negó los instrumentos de trabajo necesarios».
CCOO presentó la correspondiente denuncia ante la Inspección de Trabajo que extendió un acta tipificando la infracción como «muy grave». Sin embargo, la presión ejercida sobre esta empleada «ha sido tan intensa que, pese a la sentencia favorable del Tribunal Superior de Justicia de Castilla y León, decidió abandonar la empresa».
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