El 1 de julio va a ser un día importante en lo que a lo laboral se refiere: entra en vigor la totalidad de la reforma laboral (ya entró en vigor el 15 de junio, con alevosía y nocturnidad, la parte que afectaba al encadenamiento de contratos temporales) y comienza la vigencia de eso que llaman carné por puntos.
Millones de personas necesitan directa o indirectamente un vehículo, moto o coche, para trabajar. Muchos asalariados y autónomos lo usan como medio principal de trabajo, es decir, es la base de su trabajo; sin él no pueden trabajar. Según dicen los expertos, y podemos deducir los inexpertos, perder los 12 dichosos puntos puede conseguirse en pocas horas, bastaría alguna que otra infracción, incluso leve, y la subjetividad del funcionario sancionador de turno, que los hay con mucha mala leche –como en muchas otras facetas de la vida-.
La retirada del permiso de conducir, que para muchos de nosotros podría suponer una incomodidad manifiesta y un obstáculo a nuestra necesidad de conciliación familiar y profesional, podría convertirse en un auténtico drama para aquellos trabajadores, por cuenta propia o ajena, cuyo epicentro laboral es un vehículo de dos o cuatro ruedas. No es que antes del 1 de julio no lo fuera, es que ahora va a ser el pan nuestro de cada día, además de un sacadineros.
¿Podría suponer la retirada del carné el perder también el puesto de trabajo? ¿Puede alegarse por parte de una empresa la retirada del carné para poner de patitas en la calle a un empleado que fue contratado con el requisito ineludible de poseer carné de conducir? ¿Qué harán los sindicatos si esto sucede? ¿Qué hará el juez de lo social?
¿Afectará por igual a los conductores del transporte público, los de las empresas municipales de transporte? Porque ellos también cometen infracciones, y muchas, en la necesidad de cumplir con sus objetivos horarios.
Muchos alegarán que servirá para reducir el número de accidentes y fallecidos. Yo soy escéptico. Los locos de la carretera seguirán existiendo y provocando accidentes, la gente seguirá tomando sus copas, cruzando por lugares indebidos (lo que no he visto sancionar nunca), yendo a 150, durmiéndose al volante…. Yo creo que servirá para criminalizar al conductor por pequeñas infracciones, que le harán perder su permiso ¿y su trabajo? Es la Ley antitabaco aplicada al mundo del automóvil.
Dicen que en Francia ha funcionado. Pues vamos listos. Lo próximo va a ser el contrato del primer empleo.
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