El Expediente de Regulación de Empleo (ERE) de Televisión Española (TVE) era necesario y se ha tardado mucho en plantear. Esta afirmación, seguro que no me hará ganar amigos pero es una realidad incuestionable. Ningún Gobierno se ha atrevido, hasta ahora, a afrontar el problema de la Televisión Pública con la seriedad, dureza y rotundidad que hacía falta.
Ahora, una vez visto como se ha planteado, desarrollado, cómo se está negociando con los sindicatos y, tan sólo, a falta de ver cómo se soluciona, vemos que los inicios no son halagüeños y, tanto por la Dirección del Ente, como por los trabajadores, se ha ido a posturas maximalistas (ocupación de plató incluida) que hacen augurar una pesado y largo camino hasta el final.
Pero hoy me quería concentrar en un aspecto de este problema: la repercusión que en el sector (emergente en cuanto a Televisión Digital se refiere) va a tener una bolsa de desempleo de cerca de cuatro mil personas y cómo se va a absorber este excedente.
Es evidente que los planes de “outplacement” han sido parcialmente eficaces en otros casos relacionados con las telecomunicaciones en empresas privadas. Pero estamos hablando de un perfil distinto porque son empleados que, o llevan muchos años en un régimen empresarial más cercano al monopolio que a la libre empresa, o vienen de una televisión en trance de desaparición (la analógica) para tener que incorporarse a proyectos digitales.
Ello exigirá el trabajo en común de muchos expertos laborales: formadores, consultores, asesores en recolocación, empresas de trabajo temporal con quienes incorporarse provisionalmente al nuevo mundo laboral….
No es posible un plan que solo pase por indemnizaciones o jubilaciones (que por la edad de los afectados resultarán en exceso onerosas al Erario Público). No sería bueno incrementar las listas del Desempleo sin más horizonte que cambiar de sector, de especialización o, incluso de régimen de vida buscando trabajos por cuenta propia. Existen otras televisiones, productoras, agencias de medios… que buscan buenos trabajadores.
Es el momento en que las distintas especialidades de los Recursos Humanos (RRHH) demuestren que son una alternativa al temido paro. Todo un reto.
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