Negocio y Personas o Personas y Negocio (1)

¿Cuál es el papel de las personas?

Ciertamente, el panorama empresarial de nuestros días se asienta sobre los cambios de las empresas a las nuevas situaciones del entorno. Podríamos decir de forma concreta que la realidad actual “se mueve” al son de variables no previstas, incertidumbres, decisiones de terceros que cambian el escenario, nuevas tendencias, nuevas tecnologías, es decir, estamos asistiendo a una auténtica convulsión en el mundo en todos sus ámbitos, científico, tecnológico, industrial, social, etc., que está proyectando en nuestras vidas una nueva forma de entender la gestión empresarial, que permaneció estable durante décadas y obliga a la búsqueda de nuevos modelos de organización y de empresa.

No cabe duda de que los avances en las comunicaciones así como las nuevas tecnologías, son las variables que tienen mayor influencia por su proyección real en el día a día de las empresas, que imponen nuevas formas de gestión. En este sentido, cabe destacar que el progreso tecnológico convierte rápidamente en obsoleta la información, dejando al instante los puntos de referencia inadecuados para las decisiones e influyendo en los métodos de trabajo, por lo que los requerimientos de los puestos están cada vez más diferenciados.

Los aspectos anteriores, comentados en general, afectan a lo que podríamos llamar la parte interna de las empresas; estrategias, modelos de gestión, marketing, proyecciones comerciales, etc., en resumen, todo aquello que la empresa precisa para su desarrollo en su constante preparación para el mercado y la “venta” de sus productos o servicios. Sin embargo, no hay que olvidar que el progreso afecta a todos e impacta en lo que denominaríamos nuestras “formas o estilos de vida”, así como en la progresión de nuestras necesidades. Quiero decir que la sociedad avanza al tiempo que las empresas se adaptan, o lo que es lo mismo las empresas vienen a constituir y conformar al ente sociedad y éste progresa creando un círculo dinámico en constante evolución. Ello viene a reflejar que los clientes, proveedores, empleados, accionistas y todos aquellos colectivos que rodean en todo caso a los negocios, crecen en conocimientos y sus demandas de mejor servicio, calidad, productos o bienes que precisan, son cada vez más elevadas, por lo que los mercados son cada vez más competitivos por el equilibrio de sus necesidades en sí mismas.

Cuando se habla de la globalización o cualquier otro término que implique relación con la economía, suele suceder que sólo aparece el enfoque puramente económico y en consecuencia no se habla para nada de los temas que en realidad configuran nuestra vida; el ocio, el desarrollo profesional, las relaciones personales, la necesidad continua de aprender, la necesidad de conocer, el estar informados, en general todo aquello que desde el punto de vista de desarrollo humano las personas precisan para vivir, aspectos necesarios sin duda y muy importantes en mi opinión para todos, a fin de cumplir uno de los objetivos de nuestra existencia, que sería desarrollarnos como personas en todos los ámbitos posibles de forma individual.

Consecuentes con el razonamiento, en este contexto surge una pregunta: ¿Cuál es el papel que juega el factor humano en todo este proceso de cambio? y ¿Cómo afecta el entorno y estos cambios a la gestión de las personas? Sin lugar a dudas, se trata de cuestiones cuya respuesta resulta compleja y no exenta de múltiples teorías esgrimidas por todos aquellos que trabajan y se relacionan con esta cuestión.