La Formación Continua: ¿moda o necesidad?
Evidentemente una necesidad, que alcanza su esplendor a finales del siglo XX y que hoy es un estándar dentro de las organizaciones modernas.
Se presupone que cuando se contratan candidatos para cubrir necesidades de personal cualificado en las compañías, se buscan perfiles que se adecuen rápidamente al puesto de trabajo. Las personas acceden al mercado laboral cada vez más formadas. Licenciaturas, diplomaturas, masters y cursos de Postgrado son hoy habituales en la currícula de los candidatos. La experiencia también se valora como garantía de una rápida adaptación a las tareas a desarrollar.
Con todo ello y aún así hemos de formarnos. Médicos, farmacéuticos y biólogos se presentan para cubrir puestos de visitador médico, que requieren habilidades comerciales de las que muchos carecen. El Proceso de Venta, la psicología del comprador, la negociación, etc. no se estudian en sus carreras.
Cualquier manager o mando intermedio, con personas a su cargo, o personas con responsabilidad en la dirección de equipos de trabajo, necesitan de habilidades Interpersonales y estilos de Liderazgo que tampoco se estudian en la enseñanza reglada.
Por ello, las empresas han de recurrir al mercado de las consultoras y escuelas de negocios para reforzar estas habilidades en sus colaboradores.
Salvo cursos de larga duración part time o full time, la mayoría de los seminarios duran entre uno y cinco dias. Estos suelen ser amenos, divertidos e instructivos. Las empresas invierten con la esperanza de que los participantes sean capaces con ello de reforzar y mejorar de forma rápida en aquellas habilidades adquiridas en el Training. Evidentemente sí que hay un efecto rápido, y durante los dias siguientes a los seminarios se produce una explosión, fruto de las ganas de aplicar lo aprendido. La realidad es que el avance es relativo durante un tiempo. Muchos de los participantes vuelven a sus viejos hábitos por falta de apoyo o voluntad de tratar de hacer las cosas de un modo diferente. El Cambio actitudinal Cuesta.
Por eso es importante la función del Jefe-Coach que ayude a que sus colaboradores, que han recibido la formación, se atrevan y mejoren sus habilidades mediante procesos de coaching. Aquí sí que falta formación, en los mandos Intermedios capaces de desarrollar el talento de los demás.
Por ello, no sólo es importante invertir en formación de colaboradores, sino también en que los managers se formen en habilidades interpersonales y sean capaces de observar el desempeño de su gente y ayudar mediante procesos de coaching a mejorar las habilidades, conocimientos y actitudes de su equipo.
Así pues, el retorno de las inversiones en formación continua se basa en que las empresas adquieran la conciencia de hacer seguimiento de las acciones formativas y de formar y capacitar también a los managers en habilidades de coaching. Y, evidentemente, que lo apliquen en su gestión diaria.
El éxito y diferenciación de las Compañías del s. XXI se basa en la calidad y capacitación del Capital Humano de sus Colaboradores.
Los comentarios están cerrados.