Al coach –externo- se le ha comparado con “pepito grillo”, o sea, con aquel que te dice en voz alta lo que estás pensando, que te dice lo que sabe él -y tu- que tienes, debes o deberías hacer o dejar de hacer, el que te aconseja lo mejor para ti, sabiendo que tu ya lo sabes, sólo que no te decides a tomar las acciones que te llevarán a cumplir algunos de tus sueños.
Resulta que en las empresas se está poniendo de “moda” el Coaching, y muchas organizaciones están comenzando a formar a sus equipos de RRHH, directivos, mandos intermedios, etc. en un curso de 2 ó 3 días, y con eso ¡YA ESTÁ! Ya tienen a coaches en la empresa, ya van a cambiar la cultura de echarse todo el mundo la culpa, de nadie aceptar responsabilidades, de pasarse la vida buscando al culpable en lugar de buscar soluciones, etc.
Los de RRHH dirán que la empresa no les da suficiente presupuesto para formar buenos coaches, y las empresas, para no oír “llorar” a los de recursos humanos, alegarán que con X presupuesto, que alcance para formar a unos poquitos, en uno o dos días, es suficiente. Y que el resto se lo trabajen como puedan…………. Y encima esperan que los de RRHH transfieran esos conocimientos a toda la organización y conviertan en coaches a todo el mundo.
Señores, estamos en una sociedad donde todo lo queremos para ayer. Y es cierto que con la globalización, la tecnología que avanza como nunca, como Internet, etc., podemos conseguir, y de hecho estamos consiguiendo, cosas en tiempo record; pero aún hay algo que no podemos lograr con los avances tecnológicos, y Pepito grillo nos dice qué es: “La experiencia”, eso que sólo consigues aprender a base de probar, observar, vivir en tus carnes, en lugar de aceptar lo que te dicen otros que puede pasar; luego resulta que se nos escapó un pequeño detalle, y de ahí que no supiéramos cómo seguir, y claro, infravaloramos al formador, al directivo e, incluso, la metodología, porque en 2 días no nos la supieron transmitir correctamente.
Ninguna empresa se hizo de la noche a la mañana. Ninguna organización llegó a la excelencia sin haber pasado por un proceso de aprendizaje, adaptación, correcciones, etc. ¿Cómo podemos implantar nuevas filosofías, adoptar metodologías eficaces como el coaching así, sin más, en cuestión de un par de días, sin tiempo para filtrar o digerir todo?
¿Acaso ignoramos a Pepito grillo porque es más económico el actuar así? Sí, pero luego pasa lo que tenía que pasar, que miramos a Pepito con mala cara, porque no le quisimos escuchar en primera instancia y le convertimos en el objetivo de nuestras desgracias
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