La Semana Santa parece que llega revoltosa, más que Semana Santa el nombre debería de ser LA SEMANA DEL CAMBIO. En España se han producido cambio de carteras, los niños dejan sus carteras en casa, Alonso cambia Interior por Defensa, Alfredo Pérez Rubalcaba coge la cartera del Ministerio del Interior y Bono, se fue a Antequera y perdió su cartera.
Pero no debemos confundirnos, no sólo en España hay cambios, en Italia ha habido cambios muy significativos. Silvio Berlusconi no podrá lucir más su lifting como primer ministro, ya que el representante del centroizquierda, Romano Proddi, le ha arrebatado el trono. Al bueno de Silvio sólo le va a quedar su amado equipo de fútbol A.C Milan.
Mientras todos estos cambios sacudían la actualidad, al margen del escándalo marbellí, el Ministro de Trabajo se encontraba en Brasil donde suscribió un convenio de cooperación en empleo, políticas de igualdad e inmigración y defendió la contratación en origen de los inmigrantes que quieran trabajar en España. El objetivo de este acuerdo es, a la larga, obtener más empleo y empleo de calidad.
Este convenio es un punto de partida, ya que espero que siga firmando estos convenios, sobretodo con nuestros vecinos del sur y de esta manera frenar la avalancha de pateras que se dirigen sin oposición alguna hacia las costas españolas. Según decía el señor ministro en España residen 27.000 brasileños, esperemos que llegue a acuerdos con países que están representados por un número muchísimo más elevado.
Si Jesús Caldera tiene que viajar a todos los países que tienen representación más o menos significativa en España le recomiendo que se saque la Iberia Plus.
Y al margen de todo esto, me gustaría destacar el nacimiento del Instituto Andaluz de Prevención de Riesgos Laborales. Entre las funciones que desarrollara destacan la realización de estudios sobre las condiciones de seguridad y salud en el mercado de trabajo andaluz; el fomento de la cultura preventiva en el colectivo de inmigrantes o la organización de actividades formativas y campañas divulgativas. Esperemos que la corrupción de Marbella no les entorpezca.
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