Efectivamente, son ya muchos los años que uno lleva involucrado en la gestión de los profesionales de las empresas, tanto desde puestos de línea como de consultor de organización y recursos humanos.
Efectivamente, muchas son las reuniones, encuentros y eventos a los que he asistido y hablado con compañeros de fatigas en esto de “tratar con el lado humano de la empresa”.
Efectivamente…. uno se cansa.
Se cansa de ver cómo hay sectores empresariales en que el activo no es más que un elemento del pasivo. Que los maravillosos proyectos, mil veces comunicados a bombo y platillo, mueren de inanición una vez implantados. Que los consejos que se imparten desde cursos, libros y charlas son los mismos año tras año porque no terminan de calar entre quienes deben de dar ejemplo desde la figura mayestática del poder.
Uno se cansa.
Sin embargo es de una gran satisfacción el encontrarse con profesionales de empresa, da igual de qué departamento, que comienzan a decirte que ya es hora de dejar de escuchar lamentos, de pedir y mirar siempre hacia arriba. Que debemos de apostar, arriesgar, “poner la carne en el asador” y comenzar a trabajar conforme se nos ha contratado: tomando decisiones, implantando con innovación, llamando a las cosas por su nombre, dirigiendo bajo conceptos puros de estrategia empresarial y no bajo conceptos pusilánimes de protección al empleado.
Tenemos unas estrategias que seguir, unos resultados que ofrecer y unos profesionales que gestionar para conseguirlo. Hagámoslo y no nos quedemos en miramiento bienintencionados. En nuestras empresas tenemos personas que se merecen lo mejor: formarse, retribuirse en consecuencia, trabajar a placer y con placer, sentirse comprendidos, motivados y escuchados. No debemos desperdiciar este talento por el hecho de querer satisfacer a toda la plantilla. Sí que debemos saber quién está y quién no está dispuesto a ser un “profesional” de nuestra empresa. Los demás se “subirán al carro” si ven que estas conductas son exitosas, si no…. tenemos “los de recursos humanos” herramientas para ello, ya sabes…
Duro es hacer nuestro trabajo, nos han contratado para ello y debemos hacerlo con todo el poder porque… ¡vale la pena!
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