En la era actual, marcada por la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA), nos encontramos frente a una revolución del mundo laboral, principalmente en lo que a las empresas tecnológicas respectan. La IA está transformando la forma en que las empresas operan y optimizan sus procesos, ofreciendo ventajas en todos los ámbitos, desde el más creativo al más técnico. Este nuevo paradigma está impactando directamente en los perfiles demandados, y es aquí donde surge la necesidad de priorizar procesos de gestión del talento como el upskilling y el reskilling, especialmente en el sector tecnológico.
Tras la aparición de la IA en los titulares de los principales diarios internacionales alertando sobre los peligros de esta nueva tecnología, acompañado además de los comunicados firmados por aquellas personas involucradas en el desarrollo de la IA pidiendo la regulación y frenar el desarrollo, surge un paradigma. En este sentido, es lógico que la primera reacción humana sea la del rechazo hacia esta tecnología, aunque cabe destacar que no es la primera vez que esto sucede, ya que a lo largo de la historia han surgido numerosos ejemplos donde este rechazo se ha hecho muy visible. El ludismo, un movimiento surgido durante la Revolución Industrial en la Inglaterra de finales del siglo XVIII, promovía el sabotaje y la destrucción de las máquinas ante la amenaza del reemplazo de los seres humanos. Aunque este concepto haya caído en el olvido, está más presente que nunca. Sin embargo, la Revolución Industrial trajo consigo avances significativos que hoy en día siguen siendo visibles y todo apunta a que será lo mismo que suceda con la IA.
Sin embargo, el ser humano siempre ha sabido adaptarse a los cambios de manera satisfactoria, por lo que tener o dar una visión catastrofista de la IA es adelantarse a los acontecimientos y aflorar los sentimientos más primitivos del ser humano. En el contexto empresarial esta situación se vuelve un reto para las personas que trabajan en RR.HH., que tienen que abordar esta irrupción de la IA teniendo en cuenta diferentes vías, como puede ser el upskilling y el reskilling.
La distinción entre estos dos términos es que cuando se habla de upskilling se hace referencia a la mejora y actualización de las capacidades y conocimientos que ya poseemos en nuestro trabajo actual. En cambio, el reskilling implica aprender y adquirir nuevas habilidades y competencias digitales completamente diferentes a las que estábamos desarrollando. Estos dos enfoques son fundamentales para garantizar que los trabajadores y trabajadoras se mantengan relevantes en un entorno laboral donde la IA cobra cada vez más relevancia.
Imaginémonos a una persona que trabaja en recursos humanos dentro de una empresa tecnológica y que realiza un máster en administración de empresas tecnológicas para entender mejor las necesidades de la compañía. Esto le servirá para cribar mejor a las personas candidatas que postulen a los empleos. Aquí nos encontraríamos ante un ejemplo claro de upskilling, ya que la persona refuerza y enriquece sus conocimientos. Por otro lado, un caso de reskilling podría encontrarlo en el caso de Amazon Technical Academy, un programa de formación interno de Amazon destinado a formar a las personas empleadas para que adquieran las competencias básicas en el campo de la ingeniería del software.
La importancia de buscar perfiles que hayan realizado un upskilling en el contexto en el que nos encontramos radica en la necesidad de contar con profesionales capaces de trabajar con esta tecnología en constante evolución. La IA tiene la capacidad de adaptarse y aprender a partir de los datos que se le proporcionan, lo que significa que los y las profesionales deben actualizar sus conocimientos para seguir entendiendo las nuevas necesidades de su empleo.
La importancia de formar a las personas
Según datos recogidos por la Organización Internacional del Trabajo (OIT), el 65% de la población infantil actual realizará trabajos que hoy en día no existen cuando lleguen a la edad adulta. Es por esto por lo que es fundamental tener en cuenta que las herramientas y tecnologías utilizadas pueden cambiar en el futuro, y si no se actualizan los conocimientos, las habilidades y la eficiencia de los profesionales se verán comprometidas. El upskilling y el reskilling se convierten de esta manera en un requisito fundamental para mantenerse relevante en el entorno laboral actual. Es por esto mismo por lo que las empresas deben invertir en programas de formación para su personal. Aquellas empresas que invierten en la formación de su personal tienen una ventaja competitiva, ya que se mantienen al día con las nuevas tecnologías y están mejor preparadas para enfrentar los futuros desafíos.
Nuevas salidas profesionales
Se ha hablado mucho en los últimos meses con una visión un tanto catastrofista de la IA, sobre cómo puede suplantar ciertos puestos de trabajo, pero poco se ha hablado acerca de los nuevos empleos que creará y donde algunos de ellos llevan años en el mercado laboral. La ciencia de datos, que trabaja con estadísticas y herramientas como Python, es un perfecto ejemplo y es fundamental para aprovechar el potencial de la IA. La ingeniería de machine learning, responsables de entrenar modelos y crear predicciones basadas en redes neuronales artificiales, son otro de los puestos esenciales dentro del mundo de la IA. Además, carreras que hasta el día de hoy han tenido unas salidas laborales más limitadas que la media, como pueden ser filosofía o filología, se vuelven otro de los perfiles esenciales, y que se encargarán de aportar los valores morales y éticos con los que debe funcionar la IA para evitar problemas actuales como los Deep fakes y las fake news. De esta manera, se asegurará un uso responsable de esta tecnología. Otro de los empleos importantes de esta área es la arquitectura de soluciones de IA, encargados de diseñar la estructura en la que se apoya la IA, tanto a nivel de software como de infraestructura. Por último, la experiencia de usuario (UX) jugará un papel crucial en la creación de interfaces intuitivas y atractivas para los usuarios.
Es importante destacar que la aparición de la IA no implica necesariamente la eliminación de empleos, sino más bien un cambio en la forma de desempeñarlos. Si bien es cierto que ciertos empleos pueden verse afectados, también se generarán nuevos puestos de trabajo. La IA está sumando más que restando en el momento actual, y se estima que se crearán millones de empleos gracias a ella. De hecho, un estudio realizado por PwC estimó que solamente en China, los trabajos sustituidos por la IA serían de un 26%, mientras que la creación de empleos nuevos sería de un 38%.
Para abordar adecuadamente esta irrupción de la IA, las empresas deben comprender las necesidades y oportunidades que esta tecnología ofrece. Es fundamental que estén dispuestas a invertir en la formación y actualización de sus trabajadores, así como a identificar los perfiles más relevantes en este nuevo contexto. Aquellas empresas que logren adaptarse a los cambios y aprovechar las ventajas de la IA estarán mejor posicionadas para competir en el mercado laboral y lograr el éxito a largo plazo.