Las empresas se parece a los libros. La cultura empresarial es el argumento y, los componentes de la organización, los personajes. En los libros como en las empresas, ambos puntos son decisivos para el éxito.
Lucía, a menudo se pregunta, qué clase de libro es la empresa donde trabaja como captadora de talento. Le gusta hacer similitudes, y es que existen tantas empresas como libros podemos leer.
Las personas, o personajes si seguimos con el símil, no son simples recursos, van a trabajar con sus propios sentimientos, carácter y valores. El conjunto de trabajadores son los que al final determinan la cultura de la empresa, actúan como eco del trato recibido por sus superiores o compañeros.
En cualquier lectura, el hilo argumental depende directamente de los personajes.
Estos son estratégicamente construidos por el escritor antes de comenzar la escritura: sus cualidades, formas de ver el mundo o enfrentarse a diferentes situaciones, ya que de ello depende el desarrollo de la trama. Las respuestas a cada suceso se dan acorde al carácter de cada personaje. De esta manera hay un desarrollo del argumento y todo lo que pasa ayuda a madurar al personaje, o eso debe pasar en un buen libro. En las empresas es interesante que pase lo mismo en la medida de lo posible, un desarrollo del trabajador. Lucía ha podido observar de primera mano como cuando las personas, poco a poco, aprenden y se adaptan a nuevas situaciones, la ilusión por el proyecto empresarial aumenta. Así, es más fácil que cada individuo se involucre y apueste por la empresa, pudiéndose dar con el tiempo un desarrollo profesional.
Hay muchos tipos de personaje, y no todos valen para un mismo tipo de libro. Lucía no se imagina, por ejemplo, a Alicia de “Alicia en el Pais de las Maravillas” (Lewis Carroll) dentro del libro de la “Odisea” (Homero) o a Légolas de “El Señor de los Anillos” (J.R.R. Tolkien) como personaje de la historia de “Ana de las tejas verdes” (Lucy Montgomery). Al igual, un buen empleado no tiene por qué encajar bien en cualquier empresa. En lo posible intentará buscar una donde los valores que viva (no los que se digan) estén acorde con los suyos.
Es un punto que Lucía intenta tener en cuenta en su trabajo. Ella tampoco se ve en cualquier empresa, de hecho se ha ido en alguna ocasión cuando ha visto que no era su sitio. Su visión no era la misma y es que, el dinero es importante, pero ella valora también otras cosas. Busca un lugar que le permita crecer y demostrar su valían sin dejar de lado sus valores. No podía cambiar la cultura de la empresa, pero sí buscar un lugar más idóneo donde poder desarrollar sus habilidades y conocimientos.
Los trabajadores son los que realmente pueden llevar a una empresa a tener una marca diferenciadora. Y por eso Lucía no solo se fija en seleccionar aptitudes o actitudes sino a personas en su conjunto, con su historia e ilusiones de futuro. Cree que cuando el foco está en las personas y no sólo en la producción, la empresa se puede convertir en un best seller.
1 comentario en «Libros»
Un relato lleno de realidades. Me identifico con Lucía. Creo que con este relato se hace un llamamiento a las empresas que buscan a trabajadores que cumplan con los objetivos.
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