El pasado 9 de diciembre fue el Día de la Informática, pero antes de celebrar todos los avances, aportes y momentos de felicidad que ésta nos ha dado, quiero hablar de un tema que, desde mi punto de vista, es un poco más importante y que quizás no es para celebrarlo.
Todos hemos escuchado muchísimas cosas relacionadas con la informática en los últimos tiempos, que si hay una demanda altísima de programadores, que si España recibe cerca de 40.000 ataques informáticos al día, que si los fondos Next Generation para la digitalización e innovación, que si Python es el lenguaje más utilizado en el mundo, etc. Pero, ¿por qué se habla tanto de ésto?, ¿por qué hay tantos foros y temas tan diferentes en torno a la informática?
Como friki de las estadísticas, me gusta hablar con números, así que empezaremos por una de las que considero más importantes y que nos ayudará a entender alguna de esas preguntas que planteaba más arriba. Según Dell y el Institute for Future, el 85% de los trabajos de los próximos años, aún no se han inventado, solo se sabe que requerirán habilidades digitales, y muy seguramente, conocimientos de programación e informática.
Pero no pensemos en próximos años como algo tan a futuro, realmente la demanda de perfiles profesionales en programación como desarrolladores de software, científicos de datos, especialistas en ciberseguridad, ingenieros de machine learning o inteligencia artificial, por nombrar algunos, está creciendo a pasos agigantados y ya se han creado muchos puestos de trabajo. Por ejemplo, según DigitalES, ya en julio había 120.000 nuevas vacantes tecnológicas sin cubrir y según Infojobs, en 2021 se publicaron más de 50.000 ofertas exclusivamente para el puesto de Desarrollo de Software en ese portal.
Entonces si se requerirán habilidades tan específicas, ¿se destruirán puestos de trabajo y aumentará el desempleo? Pienso que no. Ciertamente habrá puestos de trabajo que quedarán obsoletos, aunque si como país nos organizamos y entrenamos en esas nuevas habilidades, cubriremos las nuevas posiciones, pero si por el contrario, no somos capaces de producir a esa masa de profesionales que se requieren, sucede lo que está sucediendo ahora, una crisis de talento digital.
Crisis de talento digital, ¿cómo es eso posible?. Se supone que el Gobierno y Europa están invirtiendo en formación. Y es así, pero veamos las estadísticas de nuevo. Según el Ministerio de Educación, en el campo de estudios de Informática, se matricularon en el período 2021-2022 un total de 57.396 personas (Grado, 1º ciclo y 2º ciclo), sin embargo, ese mismo año, solamente egresaron 6.037 personas, es decir, tan solo un 10,51% de los matriculados. En la Formación profesional sucede algo parecido y aunque gradúa a más personas porcentualmente, también podemos concluir que la educación tradicional no da abasto para cubrir la demanda de talento.
España tiene casi tres millones de parados y más de la mitad son jóvenes. Siempre me hago la misma pregunta, ¿cómo es eso posible si existe una necesidad enorme de informáticos en nuestro país? la respuesta que me viene a la cabeza siempre es falta de planificación, inversión e incentivos, y muy importante la desigualdad de condiciones entre la educación reglada y la no reglada de la que hablaremos más adelante. Pero también existe otro factor, y aquí voy a tirar de las orejas a las empresas, a pesar de ser muchas las que lo hacen, todavía la mayoría no está tan abierta a entrenar a los perfiles menos experimentados, haciendo aún más grave la crisis de talento digital, al agregar una variable de guerra de salarios que aumenta considerablemente la rotación de perfiles con experiencia.
Si cada empresa se compromete a contratar al menos a un perfil junior, entiéndase, una persona con poca o ninguna experiencia, habrá no solamente más profesionales preparados en el futuro, sino también muchos más perfiles experimentados que puedan formar a la siguiente generación de relevo. Y si además, las instituciones incentivaran la contratación de este tipo de profesionales, daríamos una gran estocada a esa crisis de talento.
Pero esto no resuelve el problema, seguimos teniendo a la educación tradicional graduando apenas al 10% de las personas que se matriculan. Sin embargo, existen otras alternativas, los bootcamps, que en 2021 graduaron prácticamente a la misma cantidad de programadores que la universidad, según cifras de la Asociación de Talento Tecnológico (Asottech).
En resumidas cuentas, un bootcamp es una academia (de formación no reglada) intensiva de programación. Básicamente forman y preparan a las personas para el mundo laboral en muy poco tiempo, con metodologías enfocadas casi en un 100% en la práctica. Quienes se gradúan de un bootcamp son perfiles diferentes a los universitarios o a la FP, tienen habilidades diferentes, son otro tipo de profesionales, que representan una alternativa más para alimentar el mercado laboral con perfiles preparados para asumir las profesiones del futuro.
No obstante, este tipo de formación no está reconocida por las instituciones pertinentes y no reciben ningún tipo incentivo o fondo, pero no solamente ayuda a disminuir la crisis de talento digital, sino también las tasas de paro juvenil que hay en España, ya que muchas personas sin empleo, se aventuran en este mundo para impulsar sus carreras.
Entonces ¿cómo combatimos esta crisis de talento digital? pues con formación, con alternativas a la universidad y las fp que permitan graduar a más profesionales en menos tiempo, contratando y formando perfiles tecnológicos con menos experiencia y muy importante, incentivando a las startups de educación tecnológica para que aparezcan nuevas metodologías que ayuden a desarrollar las habilidades requeridas para asumir los trabajos del futuro.