El paradigma instalado en nuestra cultura profesional se basa en evaluar las capacidades de las personas y, a partir de ahí, trazar planes de desarrollo focalizados en sus puntos “débiles” o áreas de mejora. Intelectualmente parece poco rebatible e irreprochable. Pero ¿realmente estamos consiguiendo lo mejor de nuestros equipos y de nosotros mismos?
¿Qué pasaría si en lugar de focalizarnos en los puntos débiles invirtiéramos el tiempo en conocer a fondo el talento de las personas y desarrolláramos verdaderas fortalezas para conseguir que todos demos lo mejor de nosotros?
Es decir, priorizar el desarrollar los talentos de las personas para convertirlos en fortalezas vs trabajar las debilidades para convertirlas en mediocridades.
Gallup® parte de esta premisa, y ya trabaja en fortalezas con más del 90% de las empresas del Fortune 500. Ha identificado el talento de más de 20 millones de personas con el objetivo de que identifiquen sus talentos naturales, los asuman y aprecien y que dirijan su desarrollo personal y profesional hacia sus puntos fuerte.
Lo más positivo que tienen las fortalezas es que son capaces de hacernos destacar en lo que ya somos bueno, y llevarlo a un nivel superior.
Gallup® aporta algunos datos sobre el impacto positivo que genera este enfoque en las empresas y equipos, como que aumenta en un 23% el compromiso de los empleados y se multiplica por 3 la percepción de una mejor calidad de vida.
Aplicar esta filosofía centrada en fortalezas se traduce en importantes beneficios en nuestro día a día.
A nivel individual, esta filosofía nos permite tener conciencia completa de nosotros y de nuestros puntos fuertes. Cuanto más sabemos, más fácil es movernos y aplicar nuestras fortalezas en la vida en general y, especialmente, en el mundo profesional.
Descubrir cuáles son nuestros puntos fuertes nos permite también saber en qué tareas podemos exprimir nuestros talentos al máximo.
A los profesionales con responsabilidades sobre equipos, les ayudará a que sus empleados desempeñen su labor en puestos más óptimos, además de hacerlo más motivados, comprometidos y felices.
Por otra parte, al centrarse en lo bueno, esta filosofía ayuda a construir un ambiente positivo. También desaparece la frustración de intentar aquello en lo que no se eres excelente.
Al potenciar las fortalezas, las personas descubrirán y se centrarán en aquello que saben hacer, mejorando los resultados. Y, además, esta filosofía facilita la colaboración.
Especialmente cuando se trabaja en equipo, conocer los puntos fuertes de cada uno permite crear grupos mucho más fuertes y que funcionen mejor. Al mismo tiempo, facilita la asignación de tareas, ya que cada profesional se centra únicamente en lo que es más productivo.
En People Excellence somos conscientes de esta revolución y hemos desarrollado la alianza con Gallup® para ser los certificadores de en Gallup® Global Strengths® Coaching España. Un nuevo paradigma que transformará de forma definitiva nuestra cultura de gestión de equipos y nuestras políticas de gestión de personas.