Hoy, 30 de noviembre, es el dia Mundial del Influencer – segun www.diainternacionalde.com, “con la finalidad reconocer a todas aquellas personas que inspiran a otras gracias a sus contenidos y que, de esta manera, dan a conocer y posicionan distintas marcas y productos de acuerdo al gusto de los consumidores, valiéndose del marketing digital”-. Para mí, como “Influencer en RRHH” oficial de este medio hasta que le pase el testigo al próximo en la gala del próximo año supone una nueva oportunidad de generar un contenido inspirador y unos momentos de reflexión.
Barbarismos aparte, a lo mejor deberíamos hablar de “influyentes” -personas que influyen-. El marketing digital está pasando por una profunda reestructuracion en sus herramientas, plataformas y estrategias, que posiblemente se habían pasado de frenada en algunas prácticas, ahora sin cookies de terceros, sin pixel de Facebook y con un Twitter infestado de bots en el epicentro de la enésima batalla del ‘Musketero’ Elon empezamos a reconsiderar algunas prácticas que habíamos adoptado. A lo mejor hacía falta. Habíamos confundido los algoritmos de los embudos pirata ( AAARRR – Awareness, Adquisición, Activación, Retención, Revenue, Recomendación) y esa ensalada de acrónimos CPC, CPL; CPA, CPM… que convierten el SEO y el SEM en efectivo con lo que verdad importa. Nos habíamos dejado arrastrar por coreografías virales en Tik-Tok de excéntricos adolescentes residentes en Andorra o advenedizos buscando sus cinco minutos de gloria Warholiana. “Lo que no son cuentas son cuentos” -reza un antiguo adagio de los negocios-. Me gusta más la versión “ Lo que no es cash, es cachondeo”. A lo mejor había más de lo segundo que de lo primero en esa fiesta de Influencers y fans & followers. Hemos seguido a flautistas de Hamelin digitales sin sabe por qué.
Asi que hoy dia 30, Dia Mundial del Influencer es momento de exclamar «El influencer ha muerto. ¡ Viva el Influencer!»
Viva el Influencer – el influyente- con valores, con propósito, con impacto; el influencer que inspira y hace brillar miradas. Ese a quien se sigue porque mueve, emociona y motiva. Esa es la esencia de la Influencia. Etimológicamente, “influir” viene de fluir desde dentro, es decir, ejercer una presión que genere un cambio. “Generar un cambio desde dentro de la organización”, ¿no es es ese precisamente el desafío de los gestores de personas, de equipos y de humanos con recursos? Este cambio de época , que no mera época de cambios, requiere de referentes en valores que nos los contagien y activen esa transformación de creencias, comportamientos y actitudes, que acaban por tangibilizarse en una cultura. Sí, en esa cultura que se desayuna la estrategia cada mañana.
Creo que merece la pena recuperar, potenciar y dar visibilidad a aquellos estilos de liderazgo que generan esa influencia, orientados a las personas, a la transformación y el cambio, inclusivos, participativos, empáticos, carismáticos -en su justa medida-. A esos Lideres Influyentes sí que les seguiría. Y hasta les daría un like… y a lo mejor hasta imitaría su coreografía en TikTok.