Dominar una lengua extranjera aumenta las posibilidades de acceder a un puesto de trabajo. No es una opinión, es una realidad. Por ejemplo, según Randstad, las opciones de los candidatos a una vacante de trabajo crecen un 37% si se conoce otro idioma, sobre todo el inglés, el idioma más demandado: el 90% de las ofertas de trabajo que exigen el uso de otra lengua especifican el dominio del inglés. Por tanto, en la actualidad, en un mundo interconectado y donde las fronteras se difuminan si hablamos de negocios, queda bastante claro que la lengua de Shakespeare es una herramienta clave para conseguir un nuevo empleo.
Desde el punto de vista de las empresas, para los equipos de recursos humanos no es sencillo valorar si un candidato conoce o domina una lengua en concreto. Los procesos de selección cuentan con cada vez más candidatos y menos tiempo para analizar correctamente las competencias de una persona que quiere desarrollar su trabajo en una empresa. Por ello, es importante que los candidatos puedan demostrar su valía a través de una certificación reconocida a nivel internacional. La existencia de un título permite una selección más objetiva, ágil y adaptada a la necesidad del puesto en cuestión. Además de simplificar el proceso de selección, una certificación de idiomas puede ir más allá, ya que es capaz de proporcionar a la compañía información muy útil sobre el candidato, más allá de su nivel de inglés.
Proactividad, capacidad de esfuerzo y motivación (entre otras aptitudes)
Como he comentado, muchas veces las organizaciones necesitan encontrar al candidato ideal, si es que existe, en muy poco tiempo. Para poder reducir el proceso lo máximo posible, es importante conocer cuantas más habilidades sean posibles sobre una persona de forma fugaz.
Si la persona que ha mandado su candidatura a un puesto de trabajo cuenta con una certificación sin que fuera un requisito obligatorio en la oferta, podemos observar como el candidato demuestra proactividad e inquietud como base: no se ha conformado con saber un idioma, sino que ha dado un paso más allá para poder demostrarlo sin necesidad de tener una entrevista.
En esta línea, para obtener un título que acredite el nivel se necesita una preparación previa que se traduce en una inversión del tiempo del aspirante en formación y actualización de sus capacidades. Esto muestra capacidad de esfuerzo por parte del candidato: es una persona que no se ha contentado con los conocimientos básicos adquiridos en el colegio o la universidad, sino que ha profundizado en su formación. De hecho, la mayoría de estudiantes que consiguen el C1 llevan unos 10 años estudiando esa lengua, lo cual muestra el nivel de esfuerzo y dedicación.
La motivación, las ganas de aprender y superarse son muy importantes para un empleado o un puesto directivo, ya que mejorará su rendimiento en la organización y, en última instancia, hará evolucionar el negocio.
La preparación de un certificado desarrolla la capacidad de comunicación
Además de las características que impulsan al candidato a tomar la decisión de certificarse, existen otras habilidades que las personas pueden adquirir durante la preparación del título y son rasgos muy importantes para las organizaciones. Entre esas habilidades se encuentra la capacidad de comunicación. Comunicarse no consiste únicamente en hablar, sino en expresarse de una manera ordenada, con argumentos, fluidez y atendiendo al feedback que se da.
Los certificados de inglés evalúan cuatro destrezas lingüísticas: comprensión oral y escrita (listening y reading) y expresión escrita y oral (writing y speaking). Gracias a la preparación del writing se desarrolla la capacidad de argumentación y con la práctica del speaking se adquieren capacidades como hablar en público con seguridad, elocuencia… mientras se practica la mediación, que desarrolla una combinación de habilidades receptivas, productivas e interactivas. Además, el reading y listening potencian el pensamiento crítico ya que te enseñan la necesidad de tener una visión más amplia para entender mejor.
En definitiva, el certificado de inglés es un gran aliado para el equipo de recursos humanos de las organizaciones, sobre todo en la fase de criba curricular, ya que proporciona información muy importante del candidato sin hacer ninguna entrevista. Si el candidato cuenta con este título, los seleccionadores sabrán que la persona tiene el nivel de inglés necesario para el puesto, conocerán las fortalezas del aspirante en el idioma -en función de la puntuación de cada apartado del exámen- y tendrá información sobre aptitudes de esa persona que van más allá del idioma y son vitales para su futuro desarrollo en la organización.