En los últimos años, se han extendido en el mundo empresarial una serie de términos nuevos que buscan revolucionar y dar nombre a fenómenos que se llevan produciendo durante siglos. Si nos centramos en el área de Recursos Humanos existe actualmente una tendencia llamada “Employer Branding”. Pero ¿qué es esto exactamente?
Podríamos definir este término como un Marketing de Recursos Humanos. Durante años se ha pensado que el objetivo principal de una marca era la adquisición y retención de nuevos clientes para diferenciarse y adelantarse a la competencia. Pero esto ha cambiado. Si los clientes son los que hacen que un negocio sea rentable, los trabajadores son aquellos que dan vida al negocio. Los empleados son, sin duda, los embajadores de la marca.
Una marca no puede promover valores como honestidad, pasión, trabajo en equipo o Responsabilidad Social, si sus trabajadores, que son la cara visible de la compañía no lo sienten en su día a día. Es por ello, por lo que en los últimos años se crea el termino de “Employer Branding”. La función principal de este marketing de recursos humanos es asegurar y promover una buena imagen de la compañía como marca empleadora que les permita diferenciarse de la competencia y así atraer y mantener el mejor talento profesional del mercado.
Pero la siguiente duda que puede venir a nuestra cabeza es la siguiente: ¿Qué elementos son los que van a favorecer que mi marca empleadora sea más atractiva que la de mi competencia? O, más simplemente, ¿Qué hace que mi marca y mi empresa verdaderamente motive e inspire a futuros empleados?
El primero que puede venir a nuestra cabeza es el de ofrecer salarios competitivos porque esto, sin duda, es un factor muy importante a la hora de elegir un puesto de trabajo. Pero ¿Es un factor clave a la hora de retener el talento? La realidad es que no. Aquí es donde se le debe dar importancia al salario emocional. Es decir, a todos aquellos beneficios no monetarios que ofrece la empresa y que mejora la calidad de vida de los trabajadores. Elementos como la flexibilidad, el teletrabajo, o el reconocimiento son algunos ejemplos de cómo la empresa puede cuidar y retener el talento desde una perspectiva no económica.
Pero existe desde los últimos años una tendencia en el mundo laboral que sin duda se va a tener que incluir en estos ejemplos de salario emocional, llamado “sostenibilidad”. La sostenibilidad se ha convertido en un factor de orgullo y diferenciación entre los empleados. De hecho, se ha demostrado que una empresa con fuertes políticas de ESG no solo atrae al mejor talento, sino que aumenta el sentimiento de lealtad y satisfacción por parte del empleado. De hecho, el 83% de los trabajadores españoles cree que su empresa debería centrarse más en los problemas sociales y medioambientales.
Para que una empresa se pueda considerar sostenible es necesario que involucre a sus empleados en esta misión haciéndoles partícipes de sus estrategias. Por ello, desde la consultora medioambiental Strive, hemos desarrollado una herramienta digital llamada Klimatribe que involucra a los empleados en la lucha contra el cambio climático. A través de una calculadora, los trabajadores pueden medir su huella de carbono y conocer sus emisiones anuales de diferentes aspectos de su vida, más allá del trabajo. Una vez que los empleados conocen su huella, les guiamos para reducirla. Por eso, y para aumentar el compromiso de los trabajadores, hemos convertido este paso en una competición entre ellos. La empresa lanza retos de reducción de emisiones y los empleados agrupados en equipos trabajan juntos para conseguir la mayor reducción posible. Por último, la empresa tiene la oportunidad de comprometerse con el trabajador e ir un paso más allá compensando un porcentaje de su huella de carbono restante. Esta compensación se realiza a través de proyectos medioambientales verificados.
Cuidar a las personas que forman parte de tu empresa es el primer paso para crear un buen “Employer Branding”. Es necesario que las empresas analicen que factores son los que le resultan más determinantes a sus empleados para que puedan intensificar sus esfuerzos sobre estas cuestiones y, por lo tanto, mejorar también su imagen de marca empleadora. En un entorno competitivo donde la lucha por atraer el mejor talento es cada vez mayor, es necesario que las compañías se diferencien y acudan al salario emocional como forma de crear una ventaja competitiva que les diferencie del resto de empresas del mercado.
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