Según el informe de DBK sobre el sector de las empresas de servicios de trabajo temporal, que salió a la luz este mes de septiembre, la demanda de estos servicios experimentó un significativo repunte en el año anterior, después del desplome provocado por la crisis del Covid-19. Esto, sin duda, es una buena noticia, pero también es verdad que, este año, ha habido otros factores que han hecho que el sector sufra alguna sacudida como por ejemplo: la Reforma Laboral, la inflación o la nueva ley de carga y descarga.
Sobre todo, la evolución del número de contratos de puesta a disposición por parte de las ETTs se ha visto afectada por el impacto de la nueva reforma laboral (en vigor al 100% desde abril de 2022). Se estima que, a final de año, se habrán llevado a cabo un total aproximado de 3,8 millones de contratos a través de una ETT, frente a los 4,07 millones que se firmaron en el año 2021. Esto supone un descenso del 6,6%.
A esto, se le ha añadido el problema que tenemos a todos los niveles: el de la inflación. Como en muchos otros sectores, ha habido un aumento en el precio de los costes, pero, por el contrario, los precios finales no se han podido aumentar en proporción. Por lo tanto, esto se traduce en un empeoramiento de la rentabilidad para este año en curso.
Se calcula que, en todo el territorio español, existen alrededor de 242 empresas oficiales dedicadas al trabajo temporal que dan trabajo a miles de personas cada día en nuestro país.
Ante este panorama un tanto desolador, ¿qué nuevas oportunidades se abren para las empresas de trabajo temporal? Pues me alegra poder decir que varias, ya que, por cómo ha empezado este artículo podría parecer que el futuro está un poco negro, pero no es así.
Es el momento de que las empresas que ofrecemos servicios de trabajo temporal empecemos a generar valor añadido a nuestra oferta de servicios, mediante el desarrollo de otras alternativas relacionadas con la selección de personal y con los servicios de colocación, que cuenta aún con un amplio potencial de desarrollo en el ámbito colaborativo público-privado.
Desde las empresas del sector de Recursos Humanos es hora de redefinir nuestro portfolio y convertirnos en ‘socios asesores’ de nuestros clientes para ayudarles a diseñar su estrategia en el área de personas. Tanto a nivel de desarrollo, planes de carrera, employee journey, como a nivel de arquitectura de los equipos.
De aquí que tengamos el deber de ayudar a las empresas del país en la realización de selecciones directas y definición de perfiles. Por otro lado, la nueva normativa propicia la extensión de los contratos, abriendo la oportunidad a que podamos
diseñar más contratos fijo-discontinuos para nuestros colaboradores, de manera que puedan estar empleados con diferentes clientes y en diferentes centros de trabajo a lo largo del año. Un paso cualitativo que les asegura una estabilidad de cara a poder trabajar durante el año, pero también para poder solicitar un crédito o realizar un contrato de alquiler, por ejemplo.
Por otra parte, como nueva medida de ayuda a las empresas para la gestión de su personal, les debemos ayudar a que contraten a expertos en materia de recursos humanos, como es nuestro caso. De esta manera, buscamos añadir a su plantilla un perfil técnico de RRHH de forma interna. Esto con la idea de que este perfil forme parte de nuestro equipo, pero trabaje en sus oficinas, como uno más. En definitiva, se trata de ir un paso más allá al ofrecer nuestros servicios, reinventado el cómo.
Por último, pero no menos importante, debemos buscar convertirnos en un partner que asesore a las empresas sobre todo tipo de temas relacionados con la gestión de personas, pero también de esas cuestiones ‘higiénicas’ como por ejemplo sobre los tipos de contrato. Debemos empezar a ofrecer respuestas técnicas a las dudas de nuestros clientes y dejar un poco atrás la idea de que solo somos proveedores de trabajadores.
Así pues, es de vital importancia que, ante este mercado laboral tan cambiante, las empresas se mantengan flexibles para poder afrontar cambios operativos, crisis en el consumo, inflación u otros posibles problemas.
Pero, sobre todo, es necesario que las empresas de RRHH estemos a la vanguardia de esta flexibilidad y estemos a la altura. ¿Cómo? Pues debemos saber rediseñar nuestros servicios, tal como he venido a decir un poco más arriba, y cambiar la forma de relacionarnos con el cliente. Buscar las oportunidades del sector y sacarles provecho debe convertirse en nuestra prioridad. El trabajo temporal debe reinventarse, transformarse y adaptarse. Solo así podremos seguir creciendo y ayudando a miles de empresas a lograr el éxito.
Debemos llevar a cabo la selección de profesionales teniendo en cuenta las necesidades y arquitectura de los equipos de las empresas, así como de toda la normativa vigente en materia laboral y de Prevención de Riesgos Laborales. Nuestro reto debe ser ayudar a las empresas a adaptarse a todos los cambios del mercado y buscar tanto oportunidades para las empresas como para las personas.
Y, ante todo, quiero enviar un mensaje de tranquilidad a las empresas, porque las soluciones para sus problemas de personal siguen existiendo y nosotros, las empresas expertas en Recursos Humanos, se las podemos brindar. Seguiremos aquí para proporcionarles tranquilidad en los momentos más estresantes para ellas.
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