Ya no podemos hablar de otra cosa, las empresas están poniendo especial atención en la Generación Z. Este grupo, que conforman los nacidos entre 1995 y 2005, posterior a los Millennials, está marcando y redefiniendo las estrategias y los modelos organizacionales de las empresas. El fenómeno será una de las tendencias clave a observar durante los próximos años a nivel global, ya que, como consumidores y como figuras clave en el mundo laboral, los miembros de esta generación tendrán un gran impacto en los hábitos de consumo y el funcionamiento y organización del talento en las empresas.
Recientemente han cumplido la mayoría de edad y están incorporándose al mercado laboral o emprendiendo en nuevos negocios. Se trata de un grupo con nuevas prioridades y perspectivas que afronta nuevos retos y que está impactando drásticamente en las compañías. Son nativos digitales, por lo que su fuerte cultura web, digital y multimedia y el amplio acceso a la información los convierte en perfiles complicados de saciar. Son de trabajadores que valoran cosas muy distintas a las que se valoraban antaño. No se conforman con un sueldo, o un entorno atractivo, sino que sus empleos deben proporcionarles un propósito e ir ligados a sus valores.
De igual forma, como consumidores, están haciendo tambalear los resultados de los estudios de tendencias de mercados de los últimos años, ya que, sus decisiones de compra ya no van necesariamente ligadas a la calidad del producto o a su precio. Los “Z” necesitan ver confirmados los mensajes y promesas de las marcas a las que siguen, necesitan comprobar que, si una empresa afirma ser sostenible, inclusiva y diversa, realmente lo sea y sus acciones para conseguirlo sean tangibles. Algunos estudios recientes afirman que sus hábitos de consumo premian a aquellas empresas que pueden demostrar que están ejecutando realmente sus compromisos a nivel RSC, tomando especial relevancia lo relativo a la protección del medioambiente y a la inclusión de la diversidad en todos los ámbitos laborales.
Como trabajadores representan todo un reto para los responsables de la atracción de talento en las compañías. No están dispuestos a renunciar a sus principios y convicciones y buscan compañías cuyos valores los representen y por las cuales puedan sentir verdadero orgullo de pertenencia. Marcas para las cuales les resulte inspirador trabajar y dedicar su tiempo, y les proporcionen un crecimiento personal, además de profesional.
Esto nos traslada a una realidad social que, a todos los niveles, demanda un compromiso real y tangible de las compañías dirigido a la mejora de todos aquellos aspectos que representan una urgencia global.
En el caso de la inclusión laboral de la diversidad, afrontamos una nueva etapa en la que la atracción y la retención de talento va a depender, en gran medida, del nivel de inclusión, igualdad y accesibilidad con el que sean capaces de comprometerse las empresas.
Nunca como ahora una generación había destacado por estar tan sensibilizada con el medio ambiente y con los temas sociales y, por ende, tan dispuestas a dedicar esfuerzos y tiempo en generar entornos que incluyan la diversidad, la abracen y trabajen por erradicar los prejuicios. Entornos en los que las personas con discapacidad se sientan incluidas plenamente y con la seguridad y la libertad para desarrollar todas sus capacidades y dar lo mejor de sí mismas.
Las empresas más comprometidas con la inclusión de la diversidad, que cuenten con entornos en los que las capacidades de cada persona afloren realmente en igualdad de condiciones, serán las más valoradas tanto por el talento, concibiéndolas como lugares atrayentes para desarrollar sus actividades laborales y proyectar sus carreras, como a nivel consumidor, ya que los productos o servicios ofertados por compañías que puedan demostrar con hechos ser socialmente responsables, serán elegidos de forma preferente por este nuevo perfil de consumidor.
En Fundación Eurofirms acompañamos a las empresas en este camino hacia la inclusión total de la diversidad, concretamente en la inclusión de las personas con discapacidad. Trabajamos para convertir una obligación (cumplimiento de la LGD) en una oportunidad, creando entornos inclusivos en los que las diferencias sumen, y donde las personas se sientan valoradas y respetadas. Trabajamos para que en las empresas se creen oportunidades reales para todos los perfiles, puestos en los que, sean cuales sean las capacidades de la persona, pueda sentirse elemento activo y con voz en cada proyecto o reto.
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