El Covid-19 hizo que el bienestar se volviera más frágil y vital de lo que era antes. Hoy más que nunca, los colaboradores necesitan hablar de lo que sienten, lo que les pasa, incluso de su vida fuera del trabajo. Necesitan que sus jefes se preocupen por ellos como personas, más allá de las tareas a desarrollar, que se interesen por su bienestar integral.
De acuerdo con el informe The 2021 State of Remote Work de Buffer (en alianza: Doist, Remotive y We Work Remotely) surgido de la consulta a más de 2.300 trabajadores remotos de todo el mundo entre octubre 2020 y enero 2021, las principales dificultades manifestadas son: no poder desconectarse (27%), la colaboración y comunicación con sus equipos (16%), la soledad (16%), las distracciones en casa (15%), mantenerse motivados (12%) y las diferencias de horario con sus colegas (7%).
Por su parte, Bumeran (portal de empleos líder que opera en Latinoamérica) realizó un sondeo con sus usuarios y, mientras que a nivel regional el 59% de los encuestados quieren renunciar a su trabajo, entre los 6.861 encuestados de Argentina el porcentaje sube al 71%. Según este relevamiento, los principales motivos por los que quieren dejar su trabajo son no tener posibilidad de crecimiento laboral en un 39%, un mal sueldo en un 23%, un mal ambiente laboral en un 11%, y tener jefes que no saben liderar en un 5%.
Según explica la Organización Mundial de la Salud (OMS), pasar varias horas al día frente a las pantallas puede causar efectos perjudiciales a la salud y contribuir con el burnout, síndrome que resulta del “estrés laboral que no ha sido manejado de una forma exitosa”. A veces, las señales son sutiles y pueden pasar desapercibidas fácilmente para managers y colegas, en especial en ambientes laborales 100% remotos: desde un empleado que comienza a fallar en las fechas de entrega o a responder e-mails a cualquier hora de la noche, hasta otro que solía ser muy conversador y ahora empieza a dar respuestas cada vez más cortas, casi secas. En ocasiones, ni la propia persona afectada nota los signos de alerta: desde el sedentarismo y la falta de energía, hasta el enrojecimiento de sus ojos y la aparición de migrañas.
¿Cómo podemos mejorar la experiencia de los equipos, sin agobiarlos con videollamadas ni sobrecargarlos con horas extra?
Existen algunas recomendaciones que, combinadas con el apoyo de softwares que faciliten la aplicación de encuestas de clima laboral, el reconocimiento de patrones de comportamientos, la interacción con los empleados o el acceso a registros de desempeño de cada colaborador, pueden aportarles a managers y profesionales de RH la información necesaria para tomar decisiones que apunten al bienestar del personal.
Esas sugerencias ayudan a sentar las bases de culturas organizacionales en las que la experiencia del empleado es la prioridad, que contribuyen a reconectar con el bienestar profesional de los colaboradores:
- Empatía. Evita escribirles a tus colaboradores fuera del horario laboral acordado o sobrecargarlos con videollamadas y chats constantes.
- Tiempo off. Hazles saber que está bien apagar las aplicaciones de mensajería instantánea para reservar tiempo de concentración para determinadas tareas, recuérdales tomar breves descansos durante el día y alimentarse adecuadamente, sin saltarse las comidas.
- Prioridades y expectativas. Acuerda con cada trabajador cuáles serán las metas, las fechas de entrega y cuál sería la mejor manera de administrar el tiempo. Incluso, pueden identificar juntos los obstáculos que dificultan el desempeño óptimo del trabajo para encontrar posibles soluciones.
- Capacítalos. Les permitirá adquirir o mejorar determinadas habilidades y abordar otros temas de interés (creatividad, manejo del estrés, alimentación saludable, etcétera).
- Celebra sus logros. Con frecuencia puede ser algo simple como decir “gracias”, “buen trabajo” o “tienes razón”, darle un día libre por ese gran avance, felicitarlo en el newsletter interno de la empresa, o bien, otorgarle un bono. ¿La clave?, que el premio vaya acorde con el éxito obtenido y sirva de inspiración para el resto de los colaboradores.
- Encuestas de satisfacción. Para tomar el pulso del clima laboral, saber cuáles son las tareas que más disfrutan y qué les causa frustración.
- Oportunidades de crecimiento. Tómate el tiempo de conversar con cada miembro del equipo sobre sus posibilidades de crecimiento dentro de la empresa y proponles proyectos que sean de su interés.
- Flexibilidad. Esto disminuirá el conflicto y el cansancio que genera oscilar, por ejemplo, entre trabajo, familia y hobbies.
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