Un reciente informe de investigación, de ámbito global, realizado por Medallia Institute, muestra que las empresas más centradas en la experiencia de empleado, tienen 12 veces más probabilidades de tener un crecimiento de sus ingresos superior al 20%. Si a este dato, añadimos el coste de reemplazar a un empleado que abandona la compañía, situado entre 1,5 y 2 veces a su salario anual, podemos afirmar que la satisfacción y la retención de los empleados tiene un claro impacto económico y operativo en las organizaciones.
Actualmente, podríamos decir que estamos al inicio de una revolución “no declarada” del talento en la región, y es que expertos del sector apuntan a que podría darse una situación similar (a diferente escala) de la Gran Renuncia acontecida en EE.UU. el año pasado. El incremento de movimientos es claro no sólo en sectores de por sí dinámicos como el tecnológico, sino también en otros como Retail o Turismo. La pandemia ha provocado la puesta en marcha de iniciativas que fomentan la escucha activa de los empleados. Gracias a ello, es posible comprender su situación profesional y anímica, y así diseñar acciones acordes a su momento dentro del ciclo de su vida en la empresa, resultando en una mayor retención y atracción del talento.
Las empresas más innovadoras saben que escuchando de forma activa y continua a sus empleados, no sólo pueden diseñar políticas de recursos humanos más diversas e innovadoras, sino también impulsar los resultados empresariales.
Existen tres líneas de acción clave que permiten a las organizaciones alcanzar la excelencia en la experiencia de empleado: (1) capturar de forma continua las opiniones de los empleados, permitiendo construir una visión holística y realista, habilitando la toma de decisiones adecuadas; (2) crear un entorno organizativo en el que los empleados se sientan seguros y cómodos compartiendo sus opiniones; y (3) colaborar con los líderes de toda la organización en las iniciativas clave sobre la experiencia de los empleados.
La voz de los empleados es una de las herramientas más valiosas, pero a menudo ignoradas o mal entendidas, y que las empresas deberían utilizar para mejorar todos los aspectos de su negocio. Tal y como se indica en informe, solo el 58% de los empleados se sienten valorados por su actual empresa, lo que representa una realidad que no debemos obviar. En un contexto cada vez más competitivo, en el que las nuevas generaciones tienen diferentes valores y concepciones del trabajo, es clave construir un ‘diálogo’ continuo entre la organización y sus miembros, apalancandonos en la tecnología existente.
Desde Medallia, dotamos a las organizaciones de capacidades tecnológicas y metodológicas necesarias de VoE (voz de empleado), permitiendo detectar los primeros síntomas de diferentes problemáticas (e.j. agotamiento, desmotivación) cuando aún hay tiempo para reaccionar, así como comprender los factores clave a considerar en el rediseño de nuestras estrategias de recursos humanos.
En resumen, la progresiva transformación digital de las organizaciones comprende también la gestión de personas, y debemos hacer un uso de la tecnología para, precisamente, estar más cerca de las personas. Esta cercanía es imprescindible para la creación de una cultura organizativa que preserve y desarrolle a las personas, el talento, y en definitiva, la competitividad de las compañías.
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