Todos sabemos el reto que supone enfrentarse a una entrevista de trabajo. Cuando lo hacemos, solemos tener mucha presión porque queremos el puesto y queremos demostrar que somos la mejor opción, pero cómo conseguirlo es otro tema aparte.
Ante todo, a las entrevistas de trabajo hay que ir preparado, no vale con presentarte ahí y decir lo que te surja, porque lo más probable es que no salga bien. Debes estar preparado para toda clase de preguntas encaminadas a conocer por qué eres el más idóneo para el puesto. Por ello, es importante tener muy claro qué puedes aportar a una empresa y que hará poner en valor tus cualidades. Se concreto, céntrate en lo que te están preguntando e intenta dar ejemplos que reflejen tus competencias.
Pero hablamos de ir un poco más allá de tus habilidades técnicas. Estas ya las pueden ver en el currículum y, aunque está bien que hagas un repaso a tu recorrido profesional para que entiendan que realmente has puesto en práctica tus habilidades técnicas, también es importante saber destacar tus habilidades personales, tus soft skills. Ya que, muy probablemente, estas serán las que marcarán la diferencia entre tu candidatura y las demás.
Las empresas buscan personas hábiles y con capacidades técnicas para sus puestos, pero, ante todo, buscan fidelizar el talento. Por lo tanto, buscan personas que encajen con su propósito, sus valores y su misión. Es decir, personas que se alineen con sus ideas y que, por lo tanto, se sientan a gusto trabajando con ellos.
Por eso, tus habilidades sociales y tus valores juegan un papel fundamental en el proceso de selección y, sobre todo, en una entrevista de trabajo.
En este artículo quiero destacar qué aspectos debes tener en cuenta para aportar valor a una entrevista de trabajo y cómo puedes enfocar las típicas preguntas de una entrevista sobre estos aspectos.
Qué información sobre ti puedes aportar en una entrevista de trabajo, más allá de la formación y la experiencia
Como te decía, más allá de la formación y tu experiencia laboral, estos son aspectos por los que la empresa estará interesada y querrá conocer de ti y que, por lo tanto, deberás prepararte:
- Conocer tus aspiraciones profesionales y vitales
- Tu valor añadido, qué te hace destacar por encima de las demás candidaturas (aunque no sepas como son los demás, no supongas, destaca lo que se te da bien).
- Tu personalidad
- Tus valores y propósitos profesionales para ver si encajas con los de la empresa
- Habilidades personales que encajen con el puesto
Por supuesto, igualmente, tendrías que prepararte todas las respuestas posibles relacionadas con tus habilidades técnicas, tu formación y tu experiencia laboral. Acuérdate de centrarte en aquellas que realmente sean importantes para el puesto al que aspiras, dejando de lado las que no son tan relevantes.
Típicas preguntas en una entrevista de trabajo sobre tus habilidades sociales y cómo afrontarlas
Entonces, ¿qué preguntas te pueden hacer para conocer los aspectos de ti que mencionaba más arriba? Te lo cuento a continuación y también cómo orientar las respuestas a estas preguntas.
1. ¿A qué aspiras? ¿Dónde te ves en un futuro a medio / largo plazo?
¿Cuáles son tus deseos profesionales?, ¿Qué camino quieres recorrer y cuál es tu objetivo? Esto es lo que debes preguntarte a ti mismo para poder responder a este tipo de preguntas. Básicamente, la empresa quiere saber si tu visión de futuro encaja con las posibilidades que la empresa puede darte.
2. ¿Qué puedes aportar a la empresa?
Para responder a esta pregunta, deberás haberte planteado anteriormente las siguientes cuestiones: ¿Cuál es tu propuesta de valor? ¿Qué puedes aportar tú que no pueda aportar nadie más?
Intenta hacer una introspección para ver qué te puede hacer diferente al resto y por qué eso es importante para el puesto o la empresa.
3. ¿Cómo te describirías? ¿Cómo te describirían tus compañeros/as?
El entrevistador espera ver cómo enfocas la respuesta y qué aspectos destacas de ti.
Este es un buen momento para destacar aquellas habilidades que crees que pueden ser importantes para el puesto al que aspiras.
Evita las típicas respuestas tipo: “soy muy exigente y responsable”. Son respuestas muy usadas y que no aportan valor. Si realmente crees que es una de tus virtudes, intenta acompañarlo de una explicación que lo ejemplifique. La palabra “bastante” es otra a evitar, pues denota negatividad.
4. ¿Por qué crees que encajas en el puesto y en la empresa?
Con esta pregunta se espera saber cuáles son tus características diferenciales. Deberás responder explicando las cualidades que te hacen el candidato ideal para ese puesto y para la empresa en concreto. Puedes apelar a tu experiencia o habilidades personales. Y, por supuesto, nunca subestimes a los demás candidatos/as.
Para preparar una buena respuesta, deberás identificar en la descripción del trabajo los atributos que consideras más relevantes para enfocar en ellos tu respuesta.
Para responder por qué encajas con la empresa o “por qué quieres trabajar en esa empresa”, deberás hacer hincapié en los puntos que compartís tú y la empresa, por ejemplo: visión, valores u objetivos.
5.¿Cómo manejas el estrés?
Son muchos los puestos de trabajo en los que hay que lidiar con el estrés y en los que el ritmo de trabajo es acelerado, por eso, suele ser una pregunta importante. Deberás explicar cómo lo manejas y cómo te organizas para minimizar dicho estrés. Puedes ejemplificarlo con alguna situación de estrés que hayas vivido en algún antiguo trabajo.
6. ¿Cuáles crees que son tus puntos menos fuertes?
Con esta pregunta lo que se desea es saber si estás trabajando de forma activa en tu superación personal. Por eso, lo que debes hacer es explicar brevemente tus puntos menos fuertes o los que te gustaría cambiar y explicar cómo trabajas para mejorarlos.
En ningún caso, debes decir que no tienes puntos débiles/defectos, porque eso es imposible y es una respuesta que causará mala impresión en tu entrevistador.
Como últimos consejos, recuerda: pensar antes de hablar e investigar a la empresa antes de la entrevista.
No pasa nada si te tomas unos segundos para ordenar tus ideas antes de responder a alguna pregunta. Es mejor eso, que responder lo primero que te venga a la mente.
Además, es importante conocer bien a la empresa (su línea de negocio, su cliente tipo, sus valores, su misión y propósitos), ya que de esta manera podrás enfocar las respuestas de una manera más acertada. No se trata de decirle al entrevistador lo que quiere oír, sino de destacar los aspectos sobre ti que sabes que valorarán más.
Sobre todo, sé tú mismo, pero intenta dar importancia a la información que la empresa valorará más de ti, sin entrar en detalle en la que no es tan relevante para el puesto.
Los comentarios están cerrados.