El teletrabajo ha desdibujado muchas barreras del entorno laboral. La posibilidad de trabajar desde cualquier parte de España, incluso según la compañía, del mundo, ha abierto nuevas oportunidades y posibilidades que se antojaban imposibles hasta hace un par de años, como volver a vivir al pueblo o trasladarse de ciudad sin cambiar la empresa para la que trabajamos.
No obstante, adaptarse a una situación diferente como esta ha necesitado un proceso de adaptación al cambio muy rápido tanto por parte de las compañías como de los empleados. Y ha sido bastante complicado. El hecho de tener en casa los dispositivos del trabajo, ha incrementado la sensación de dependencia de los empleados y su conexión más allá de la jornada laboral, llevados por el pensamiento que tanto hemos oído de “total, si ya que tengo aquí el portátil, tardo un segundo”.
Y ahí es donde las empresas tienen que reforzar el mensaje de que poder conectarse desde cualquier lugar no implica tener que estar conectados 24/7. Se trata de favorecer una cultura de empresa flexible, abierta y de confianza, para evitar así el ‘burn out’ de nuestros colaboradores.
De hecho, según un estudio que presentó CoachHub a finales de 2021, en el que los encargados de formación y desarrollo analizaron la situación laboral de las compañías a nivel global aseguraron que, en España, los principales problemas derivan de un aumento de la necesidad de flexibilidad (45 %) y que habían detectado un incremento del ‘burn out’ o desgaste (23 %) de la plantilla. Y ahora que estamos inmersos en la época estival, este problema puede mantenerse o agravarse, ya que según un reciente estudio de InfoJobs, vemos que el 75% de los trabajadores españoles no desconecta fuera del horario laboral y que un 64% afirma conectarse durante sus vacaciones siempre que sea necesario.
Y aquí es dónde la hiperconexión de los empleados se une a otra de las preocupaciones principales que todos tenemos desde hace varios años, la salud mental. Están estrechamente relacionadas. Ya que a la vorágine de cambios que hemos vivido en los últimos años, sumamos la complicación de disfrutar de nuestro tiempo libre porque, aún fuera del horario laboral, no siempre desconectamos mentalmente de él.
Esta problemática ha llamado también la atención de los gobiernos. En España, desde octubre de 2021 está en vigor la Ley de Teletrabajo en la que se exponen unas pautas para regular el trabajo en remoto y en la que también se incluía el derecho a la desconexión digital por el cual la empresa ha de comprometerse a garantizarlo, “limitando el uso de medios de comunicación empresarial en horario de descanso y respetando la duración máxima de su jornada”.
Es vital que las empresas den ese paso al frente y asuman su responsabilidad, como comentaba anteriormente. Para ello, pueden ayudarse de herramientas como el coaching digital que les permite por un lado llegar a todos sus empleados, independientemente de su cargo, y, por otro, ayudarles a saber gestionar el día a día en el trabajo de forma que pueda establecer prioridades y urgencias, de forma que cuando se termine la jornada, el coachee sepa que lo más importante está cubierto y pueda disfrutar de su tiempo fuera de la oficina.
Así también se consigue, como decía, un ambiente más transparente, comunicativo y flexible en las empresas, que es una de las claves para eliminar esa sensación de necesidad de estar todo el rato conectado. Es una iniciativa que debe partir desde los jefes, que sean quienes den ejemplo no haciendo horas extras innecesarias, no contestado correos fuera del horario laboral y animando al resto de la plantilla a poder desconectar totalmente y disfrutar de sus, seguro, bien merecidas vacaciones de verano.
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