Para muchos, éxito y fracaso deben formar parte de dos caminos diferentes, de tal manera que el éxito se corresponda con la elección del camino justamente contrario al fracaso.
Cuando en realidad, éxito y fracaso siempre forman parte de un mismo camino, y quien ha tenido éxito en algo importante en su vida entiende perfectamente que de camino a lograr grandes éxitos siempre aparecerá la ocasión de sentirnos frustrados, fracasados y acabados. Es precisamente en ese momento en el que debemos seguir adelante con más energía, más fuerza y más ganas, aprender la lección que nos quiere enseñar el no conseguir las cosas a la primera y seguir adelante con decisión.
Piensa en la última vez que has fracasado, y que aún habiendo fracasado lo has vuelto a intentar y te has propuesto seguir en el camino a conseguir ese reto, ese objetivo que se te ha resistido.
¿Te ha pasado esto alguna vez?.
Si la respuesta es sí, seguramente en ese momento has aprendido mucho de compromiso, responsabilidad, superación y confianza.
Cuando tienes la capacidad de levantarte de un fracaso, cuando decides seguir adelante y volver a intentarlo, lo primero que haces es asumir tu compromiso, contigo, con los demás, con ese reto que no has logrado pero que quieres lograr aún a pesar de su dificultad.
Cuando te levantas de ese fracaso también aprendes a ser más responsable, a asumir tu propia responsabilidad para hacer lo que tienes que hacer, y seguir en el camino al éxito, independientemente del daño que te ha hecho el no conseguirlo a la primera. Ese sentido de la responsabilidad te va a ayudar a entender que vale la pena volver a intentarlo.
Cuando te levantas de un fracaso aprendes a superar. Superas obstáculos, superas condiciones adversas, y sobre todo y más importante, te superas a ti mismo.
Todo esto te ayuda a ganar en confianza. Te retas, eres más fuerte que las consecuencias negativas que te llegan desde el fracaso, y eso te hace más sólido y genera una mayor confianza personal en ti. Pasas del “creo” que puedo al “SE” que puedo, transformas tus dudas en una fuente de motivación.
Solo por aprender a ganar en compromiso, responsabilidad, superación, confianza vale la pena fracasar alguna vez, pues te hace más fuerte, te hace más sólido y te impulsa a seguir adelante con mayor decisión. Es decir, te orienta al éxito.
Los comentarios están cerrados.