Hace unos años, Cathay Pacific sufrió un fallo en la seguridad de los datos que afectó a la información personal de unas 9,4 millones de personas. Además de las cuestiones que suscitó en torno a la eficacia de la ciberseguridad para todas las empresas, un importante bufete de abogados internacional observó otro efecto: un aumento del interés por la reparación colectiva, un tipo de acción representativa parecida a una demanda colectiva.
Dos años más tarde, la ciberseguridad volvería a estar en el punto de mira al dispararse el riesgo, al mismo tiempo que millones de personas de todo el mundo pasaban a trabajar a distancia durante la pandemia mundial. Varias oficinas del gigante internacional de los seguros AXA con sede en Asia, la rama de la compañía de seguros Tokio Marine Group con sede en Singapur y varios grupos militares del sudeste asiático, se han convertido en algunos de los principales objetivos de los ataques de ransomware en el último año.
Diseñado para propagarse a través de la red, el ransomware es un software malicioso que infecta un ordenador y restringe el acceso a datos cruciales del usuario a cambio de un rescate. El coste de un ataque de ransomware puede ascender a casi 2 millones de dólares por incidente y tener un impacto económico mundial de más de 20.000 millones de dólares. Los ataques de ransomware aumentaron un 93% durante el año pasado.
A medida que los ciudadanos conocen cada vez más el valor de sus datos, cualquier negligencia, uso indebido o falta de protección adecuada ha pasado a ser el centro de atención de los posibles problemas de los consejos de administración de las empresas en toda la región de Asia en el Pacífico. Con el aumento de las demandas colectivas y de las agrupaciones de consumidores, la responsabilidad de protegerse contra el ransomware y otros ciberataques que amenazan los datos y la privacidad de los usuarios se han vuelto más crítica que nunca para las empresas.
La otra razón por la que los datos y la privacidad han surgido como temas tan cruciales es el timing. Una reciente encuesta de Trend Micro reveló que Asia es la segunda región del mundo más vulnerable a los ciberataques, después de Norteamérica. Los ataques de ransomware se sitúan entre las cinco principales amenazas cibernéticas de la región, mientras que la confianza en la preparación de las empresas es escasa: un asombroso 86% de los encuestados cree que sufrirá una violación en los próximos 12 meses.
A raíz de esta información, los directivos de las empresas deben levantarse y tomar nota: las brechas de datos ya no son un problema que existe dentro de la propia empresa, sino que se sitúan también en el ámbito de los consejos de administración. De cara al futuro, los directivos de las empresas deben esperar un impulso cada vez mayor para garantizar la aplicación de las medidas de ciberseguridad idóneas.
He aquí tres aspectos que deben tenerse en cuenta a la hora de aplicar las medidas de seguridad:
1. Destacar la importancia de la formación en ciberseguridad para todos
El ransomware tiene la capacidad de propagarse por un sistema como un reguero de pólvora, pero necesita un punto de entrada, como un correo electrónico infectado, un document adjunto o una aplicación. Independientemente de su función, cualquier miembro de una organización tiene la capacidad de introducir el ransomware en el sistema.
Una formación exhaustiva, periódica y actualizada sobre las mejores prácticas de ciberseguridad es la mejor medida preventiva para mantener a salvo los sistemas y los beneficios, así que es necesario asegurarse de que el plan de ciberseguridad de la empresa proporciona los recursos necesarios.
2. Mantener actualizado el software de antivirus y contra el malware
Un software de antivirus y de malware actualizado puede ayudar a detectar y eliminar las cargas útiles de ransomware más comunes. Como cualquier software, necesita actualizaciones frecuentes, pero si se utiliza correctamente, puede mantener los sistemas de su empresa limpios con un mínimo de tiempo de inactividad e interrupciones.
3. Tenga preparada una copia de seguridad segura
Si las protecciones fallan y una empresa se encuentra ante un ataque de ransomware, se puede volver a acceder a un sistema restaurándolo desde una copia de seguridad segura y fiable, lo que ahorra a la empresa el tiempo de inactividad, la pérdida de datos y un rescate a menudo costoso. La protección contra el ransomware de Veeam, por ejemplo, puede restaurar los datos y el sistema de una empresa respetando las normas de cumplimiento, con actualizaciones y alertas en tiempo real. Antes de restaurar el sistema, la copia de seguridad escanea los archivos en busca de malware y proporciona opciones de almacenamiento flexibles para una serie de archivos.
Los ataques de ransomware son una posibilidad mucho mayor de lo que solían ser, pero no tienen por qué costar a la empresa una parte importante de sus beneficios. Con una infraestructura de ciberseguridad y la formación adecuada, las empresas pueden prepararse y defenderse contra ellas en el futuro.
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