Con un anglicismo cada vez más incorporado en el día a día de las empresas españolas, en ocasiones olvidamos el verdadero significado de algunos conceptos esenciales. En el caso del onboarding hablamos de un proceso que se ha vuelto imprescindible para los empleados y para las empresas. En este sentido, la pandemia ha impulsado la necesidad de una mejora en todas las capas empresariales de ayudar a los trabajadores a integrarse con éxito en las empresas.
Con el impulso de la digitalización y la implantación del teletrabajo, conseguir que los empleados se incorporen lo más rápido y eficiente posible se ha convertido en un reto para empresas. Para ello, el objetivo debe ser que cada incorporación de personalcuente con la formación necesaria y contribuir a su estabilidad durante los primeros meses en la compañía.
Con relación a las estrategias de onboarding, nuestra visión siempre ha sido que la formación de todo empleado necesita estar accesible y debe incluir información general de la compañía y enlaces a un plan de formación general y de cada departamento en particular. Otras de las acciones que hay que tener en cuenta para la eficacia del onboarding son los tiempos (al menos una semana de formación), cursos (que impliquen un mayor conocimiento del sector) y la figura del buddy.
Hoy en día, si tu empresa tiene un programa de buddies esto implica una mejora en el proceso de integración de empleados. La figura del buddy suele tener una duración de 90 días y principalmente servirá de apoyo ante cualquier duda que pueda surgir. Como el proceso de onboarding no termina tras las primeras semanas, contar con una persona que adquiera este rol favorece la integración de las nuevas incorporaciones transfiriendo sobre el terreno el conocimiento y la experiencia adquiridos.
El rol del buddy implica actividades más allá del empleado, también mejora la ratio de consolidación de los equipos, aumenta la motivación y el compromiso de lasnuevas incorporaciones, acorta la curva de aprendizaje y favorece la transmisión de la cultura y valorescorporativos.
Actualmente las empresasluchan más que nunca por la captación y retención de talento, por ello transmitir valores de la compañía, humanizar los procesos ayudando y enseñando, así como dar feedback a los nuevos empleados son algunos de los objetivos que van a implicar una mejora del bienestar del trabajador dentro de la empresa. Los procesos de onboarding con el apoyo de la figura del buddy van a aportar un trabajo de calidad que beneficia a ambas partes.
En concreto, la Gestión del Talento necesita de un valor diferenciador en el que cada empleado cuente con un desarrollo personalizado. Gracias al seguimiento del proceso que lleva a cabo la figura del buddy, el onboarding se realiza de manera eficiente y promueve un mayor control de los resultados. Estar al día en las tendencias en onboarding va a marcar la diferencia entre empresas que cada vez son más híbridas y que necesitan de roles más específicos para el contacto entre sus empleados.
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