Sé lo que estás pensando

Si estás pensando en digitalizar tu área de RRHH, en realidad, creo que estarás pensando en:

• Conectar a las personas dentro de la organización. Y, a su vez, “conectar” a tu gente con la estrategia comercial. Con la cultura corporativa. Con la marca.
• Identificar, desarrollar y posicionar el talento de tu fuerza laboral. Y su potencial.
• Mejorar la experiencia de usuario. Dotar de autonomía al empleado. Y al manager. Y proporcionarles la confianza que necesitan para la toma de decisiones.
• Garantizar la seguridad y el cumplimiento normativo en todo lo referente a la gestión de personas, datos, contratos, convenios, etc.
• Facilitar la analítica de datos e impulsar la inteligencia de negocio, aplicada a la optimización del talento: menos rotación, menos ausencias injustificadas, más orientación al empleado, mejor desempeño, formación adecuada, …

Por eso, si estás pensando en digitalizar la gestión de tu fuerza laboral, o si lo que quieres es dar un nuevo giro a tu política de recursos humanos, solo un consejo:

Busca poner en valor la función del área de personas.

Es decir, que uno de tus objetivos sea mejorar su visibilidad y posicionamiento dentro de la organización. Y poner a su alcance todos los medios y recursos necesarios para que la fuerza laboral pueda hacer mejor su trabajo.

Parece un objetivo sencillo. Y, en realidad, si te paras a pensarlo, lo es. Lo que no resulta tan sencillo es encontrar la fórmula ideal para llevarlo a la práctica. Digitalizar es un término tan amplio que, las empresas corren el riesgo de difuminarlo en iniciativas confusas. Sin rumbo. Sin criterio.

Y, en el entorno de la gestión de personas, la falta de un enfoque coherente puede ser muy grave. Honestamente, creo que, lo mejor es apostar por la sencillez. Pero, incluso, por la sencillez en la terminología. ¿No te has encontrado, a veces, con proveedores que utilizan anglicismos para casi todo? ¿O, profesionales que recurren a términos excesivamente técnicos para “maquillar” quizá una falta de funcionalidad?

Recurrir a la sencillez suele ser la mejor de las estrategias. Y, llamar a las cosas por su nombre. ¿Quieres ahorrar tiempo? ¿Quieres minimizar los recursos que empleas en determinadas tareas? ¿Buscas impulsar la participación de todos? O ¿Quieres simplificar los procesos? ¿Reducir el índice de rotación? ¿Mejorar el desempeño?… Llama a las cosas por su nombre. Y, espera respuestas claras, concisas y transparentes.

Si tienes claro lo que quieres o lo que necesitas, evalúa con objetividad qué solución es la mejor para cubrir esa necesidad. Olvídate de “matar moscas a cañonazos”. Busca una solución que te responda “aquí y ahora”. Y, que te deje la “puerta abierta” para seguir creciendo. Es decir, que te permita ampliar funcionalidades a medida que las vayas necesitando.

O, al contrario. Una solución que pueda contraerse y eliminar funciones si, por lo que sea, cambias el foco. Y mañana dejas de necesitar lo que hoy te parece imprescindible. De esta manera podrás integrar una plataforma central para gestionar tus recursos humanos. Esta plataforma será la base sobre la que podrás ir sumando módulos, funciones, servicios, … Y, así, ir cumpliendo objetivos.

Entonces, por ahora, dos cosas quedan claras: SENCILLEZ y FLEXIBILIDAD. Bueno, tres. Porque en el concepto de flexibilidad va implícito el principio de MODULARIDAD. Y luego, ya sabes, el criterio que acaba siendo, muchas veces, determinante: el PRECIO. Aunque nos cueste reconocerlo la balanza suele desequilibrarse por el precio. Y te digo: no siempre la solución más barata es la más adecuada. Ni la más cara, tiene por qué ser la más completa o la más potente.

El precio es algo tan relativo que no debería ni siquiera incluirse en la ecuación decisoria. Es decir, no debería ser una métrica a tener en cuenta a la hora de escoger la solución con la que digitalizar tus recursos humanos. Puede que una solución más cara te proporcione un ahorro de costes mayor que una más barata. O, puede que una suite más ajustada en precio acelere el retorno de la inversión.

En definitiva, digitalizar la gestión de tus recursos humanos, no es una cuestión tecnológica. Y, tampoco es una cuestión de concepto. Al menos, no del todo. Digitalizar es buscar respuestas. Soluciones que te permitan hacer mejor las cosas. Optimizar los procesos internos. Mejorar el enfoque de RSE. Automatizar tareas administrativas. Incrementar la satisfacción del empleado. Y, si quieres, bajar a lo realmente práctico, digitalizar la función de los RRHH te ayudará, entre otras cosas a:

• Acortar y abaratar los procesos de selección. E identificar y atraer al mejor talento
• Facilitar la incorporación de los nuevos empleados. Y fidelizarlos en el tiempo
• Obtener información valiosa de las desvinculaciones. Y minimizar las interrupciones, mantener un entorno positivo y proteger la reputación corporativa
• Personalizar la formación. Y facilitar el desarrollo profesional
• Mantener alto el compromiso de los empleados que es lo que te ayuda a medir lo que los empleados “invierten en tu marca”
• Minimizar la tasa de rotación. Y fomentar las relaciones saludables y la interacción bilateral entre empleados y empleadores
• Agilizar los procesos de evaluación. Y utilizarlos como puntos de partida para mejorar el rendimiento, la formación, la compensación, …
• Crear un flujo de trabajo ágil y transparente para gestionar las ausencias. Y, que repercuta, además, en que la organización siempre tenga cubiertos sus puestos
• Hacer que la información fluya. Y favorecer la autonomía y la colaboración
• Identificar, planificar y gestionar las necesidades de contratación. Y equilibrarlas con los objetivos corporativos y la realidad empresarial
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