A principios del siglo XXI, la revolución de Internet y el uso de las páginas web derivó en la famosa burbuja de las .com. Hoy, observamos el creciente interés en las startups tecnológicas y en desarrollo de IT a pasos agigantados. Según el estudio de Bloomberg[1] que analizaba las mayores empresas cotizadas del mundo por capitalización bursátil este 2022, quedaba evidenciado que la mayoría pertenecen al sector de innovación tecnológica y se adaptan al cambio de paradigma y aunque Meta haya quedado desplazada del ránking, en definitiva, se adaptan a la nueva era digital.
No obstante, la verdadera revolución actual no es tecnológica sino humana. Grandes corporaciones como Apple, Google, Microsoft, Amazon o Facebook – pese a su reciente salida – más allá de destacar por su tecnología de punta y sus innovación, han sido corporaciones exitosas por identificar la dirección de la economía actual y centrar sus productos en los usuarios.
Tecnología centrada en personas
Esta fiebre tecnológica ha generado en muchas ocasiones situar a la tecnología por delante, y olvidar la parte más importante de esta nueva era: los humanos. Sin duda, la situación actual ha generado una especie de dicotomía entre los humanos y los dispositivos, que se soluciona entendiendo a la tecnología como aliada y no al contrario. Recientemente, el ensayista británico Simon Sinek escribió en su cuenta de LinkedIn que “El 100% de tus clientes son personas. El 100% de los empleados son personas. Si no entiendes a las personas, no entienden el negocio”.
El desafío de las organizaciones este siglo XXI no es solamente desarrollar y utilizar las tecnologías más innovadoras, sino ser capaces de dedicar una mirada tanto interna como externa centrada en las personas. Ese es un desafío que está presente en la cultura de Nawaiam desde el minuto cero por eso hablamos de empresas tecno-humanas.
Las organizaciones tecno-humanas son aquellas que deciden desarrollar y utilizar tecnología al servicio de las personas, ya sean usuarios o colaboradores. El objetivo de estas organizaciones es transformar la vida de las personas que las componen, y eso guía las decisiones de negocio. Fomentar una cultura que ponga a las personas por delante significa inspirar el trabajo en equipo, trabajar en la motivación, en el desarrollo de carreras profesionales de nuestros colaboradores y en alineación de los objetivos de los equipos con sus objetivos personales y profesionales.
En el mundo actual dónde cuatro de las cinco empresas más valiosas por capitalización de mercado son tecnológicas, el verdadero valor agregado estará dado por la capacidad y el talento de sus equipos, de sus personas. Es decir, las empresas tecno-humanas son el tándem perfecto para afrontar la nueva era.
[1] https://www.bloomberg.com/news/articles/2022-02-17/meta-platforms-falls-from-ranks-of-10-most-valuable-companies
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