Confía en mí

La RAE define la confianza como “Esperanza firme que se tiene de alguien o algo” y “Seguridad que alguien tiene en sí mismo”. La crisis actual está poniendo de manifiesto que el ciudadano, cada uno de nosotros, ha perdido confianza en las personas que lo rodean: políticos, empresarios, empresas, … Y lo que es más grave aún, estamos perdiendo la confianza en nosotros mismos.

Esto último quizás es porque no nos han educado a ver en el otro a alguien con las cualidades necesarias para cerrar los ojos y dejarnos caer en sus brazos, con la certeza de que no nos dejará caer en el suelo. Quizás tampoco hemos sido educados en poner nuestros brazos para evitar que el otro de con sus huesos en el suelo.

Confianza y fracaso van de la mano. Posiblemente, no confíe en algo que pienso que no tendrá éxito. La cultura del rechazo al fracaso está instaurada en nuestro ADN “latino”. El ADN “anglosajón” es otra cosa.

El ahora es el espacio más importante para la construcción del futuro que nos espera. La crisis actual necesita de personas que afronten el fracaso como una parte del proceso de aprendizaje y sirvan de referente para el resto de las personas. A través de la confianza en otras personas podemos desarrollar la confianza en nosotros mismos.

Corría el año 1907 cuando Ernest Shackleton publicó en el Times el siguiente anuncio:

“Se buscan hombres para viaje peligroso. Sueldo escaso. Frío extremo. Largos meses de completa oscuridad. Peligro constante. No se asegura el regreso. Honor y reconocimiento en caso de éxito”

El anuncio del Times fue parte de los preparativos de la Expedición Imperial Transantártica, que partió de Londres el 1 de agosto de 1914 a bordo del ‘Endurance’ y el ‘Aurora’. El objetivo de Shackleton era llegar a la Bahía Vahsel, junto al Mar de Weddell, para alcanzar desde allí el polo Sur y continuar hasta la isla de Ross en el otro extremo de la Antártida. A este anuncio respondieron 5000 personas. Teniendo en cuenta el año y la capacidad de difusión de entonces, un número impresionante.

La pregunta es por qué 5000 personas querían participar en un viaje con un final incierto y unas condiciones complicadas. Seguramente, por dos motivos: conseguir honor y reconocimiento y porque confiaban en que saldría bien a pesar de las dificultades.

Actualmente, nos encontramos ante una situación que futuro incierto, con una situación laboral complicada, meses de restricciones sociales, una enfermedad que está produciendo dolor y pena por todo el mundo. Nos encontramos en un mundo “SUPERVUCA-E”:

• Supervolátil
• Superincierto.
• Supercomplejo
• Superambiguo
• Superexcaso de talento

Solo saldremos de esta situación si la confianza se instaura en nuestras vidas. Confianza en nuestros líderes y confianza en nosotros mismos. Hemos de convertirnos en líderes para las personas nos rodean, donde coherencia, transparencia, comunicación, fracaso y ética den forma a nuestras vidas.

• Coherencia. Predica con el ejemplo. Siempre ha sido la mejor manera de hacer ver a la otra persona que puede confiar en ti. No prometas lo que no vas a ser capaz de cumplir. – Transparencia. Muéstrate como eres, con naturalidad, sin artificios. Esto provocará en la persona que tienes delante una sensación de realidad que le permitirá saber que lo que dices es lo que piensas. No necesitamos ser otra persona distinta a nosotros. – Comunicación. Genera entornos de comunicación multidireccional donde todos puedan participar libremente, exponiendo sus opiniones, realizando sus aportaciones. Anima a la participación y a la crítica constructiva.
• Fracaso. Necesitas equivocarte y que la gente lo sepa. La confianza no busca la perfección, busca la realidad. Nadie es perfecto. No penalices el fracaso, haz que tu equipo aprenda de él. Equivócate pronto y barato.
• Ética. Sé una persona íntegra, con valores que respeten los derechos humanos, el medioambiente, a la persona en su máxima expresión. Tu equipo debe saber que la única forma de trabajar es desde la ética.

Debemos ser capaces de poder decir “confía en mi” y que la persona que lo escucha sea capaz de dejarse caer con los ojos cerrados sabiendo que no llegará al suelo porque tú la cogerás antes.

Solo a través de la confianza y el liderazgo podremos emprender nuestra expedición hacia un futuro con horizontes despejados, hacia un mundo mejor.

No será un camino fácil, pero seguro que conseguirás “Honor y reconocimiento en caso de éxito” Lucio Fernández.