La Retribución Flexible puede ayudarte a ahorrar miles de euros en la Declaración de la Renta

Hoy 6 de abril arranca la campaña de la Declaración de la Renta del año 2021. Y en esta cita anual con el IRPF y con Hacienda es cuando todos los contribuyentes se hacen la misma pregunta: ¿Me saldrá a pagar o a devolver? Según salga, es un buen momento para unos y mal momento para otros.

Por algún motivo, tan humano como poco razonable, cada año nos interesamos exclusivamente por si la Renta nos sale a pagar o a devolver, y por cuánto importe.

Cuando nos devuelven dinero tenemos la sensación de que nos lo regalan. Y si nos sale a pagar parece que nos están robando injustamente. Ambas sensaciones son engañosas, porque nuestro pago de IRPF es muy superior a esas menores cifras de devolución o ingreso.

Interesarnos sólo por esto es un error, porque en la Renta nuestra contribución real y verdadera se denomina Cuota Resultante. Sin duda es la más importante de conocer, pero en la que poca gente se fija. Esta contribución nunca es negativa (excepción: deducción/impuesto negativo como el de madre trabajadora). En el mejor de los casos es de cero euros. Prácticamente todo el mundo tributa y paga IRPF, y más de lo que piensa.

Si cobras un salario de 25.000 € y no tienes hijos, tu IRPF es de unos 3.400 €/año. Si cobras 35.000 € tributas por más de 6.000 €.

Esta cuota IRPF depende fundamentalmente de tu salario. También de tu situación familiar y del resto de rentas que una persona puede obtener (intereses, propiedades, acciones, ventas…) pero de todo lo que influye, lo más importante, universal y repetido cada año, es nuestro salario. Cuanto más ganamos, más IRPF pagamos. Se trata además de un impuesto progresivo, quien más gana, más paga. No sólo en términos absolutos, sino también en proporción.

Todos deberíamos intentar ahorrar en el pago de este impuesto, ¿no? Dicho de forma más técnica, deberíamos tratar de optimizar nuestra fiscalidad y nuestro poder adquisitivo.

¿Qué puedo hacer para reducir ese pago? No mucho, pero algo hay. Existen algunas opciones, cada vez menos, que permiten al contribuyente reducir su base imponible o su cuota del IRPF. Por ejemplo, aprovechar ciertas deducciones (hipoteca o alquiler de vivienda, donaciones, autonómicas…), o hacer aportaciones a un plan de pensiones.

Y existe una opción menos conocida pero que, sin embargo, puede generar gran cantidad de ahorro: la Retribución Flexible en tu empresa.

Pero… ¿Qué es eso de la Retribución flexible?

El sueldo bruto de un trabajador, aunque no todo el mundo lo sabe, se puede dividir en dos partes: renta dineraria (importe en metálico) y renta en especie (productos o servicios) hasta el 30% del total del sueldo.

En general, una retribución en especie está sujeta a IRPF exactamente igual que una retribución dineraria. Pero hay algunas retribuciones en especie que están exentas de tributar. Por aquí viene lo bueno.

A su vez, una renta en especie puede ser de dos tipos según cómo la ofrezca la empresa a sus trabajadores: Beneficios sociales (la empresa pone a disposición de los empleados ciertos productos o servicios adicionalmente a su sueldo dinerario) y Retribución Flexible (la empresa da acceso a esos mismos productos o servicios, pero no sumados al sueldo, sino en sustitución de retribución dineraria de manera voluntaria para el empleado)

En el caso de la Retribución Flexible, la mayoría de esos productos ofrecidos, si no todos, tienen un tratamiento fiscal tan ventajoso como que están exentos de IRPF, total o parcialmente. O sea, todo lo que cobramos en dinero tributa. Pero lo que cobramos en forma de renta exenta no tributa. Son productos o gastos cotidianos como comer, coger transporte público o pagar una guardería o un seguro médico, que muchos trabajadores tienen que hacer de todas formas y solamente tienen que cambiar la forma de pagarlos. En lugar de hacerlo desde su salario neto, lo hacen desde el salario bruto y por ello no computan a la hora de calcular el impuesto. Así puedes reducir y mucho tu IRPF.

¿Cuánto? Pues depende, porque es un impuesto progresivo y en él influyen las condiciones laborales, personales y familiares de cada persona. Calcúlalo tú mismo en este simulador de retribución flexible.

¿Qué productos se pueden contratar con Retribución Flexible y por cuánto importe?

El Estatuto de los Trabajadores establece que la cantidad total que se destina a Retribución Flexible no puede ser superior al 30% del sueldo bruto del trabajador. Es decir, un trabajador que tenga un sueldo de 21.000 euros brutos anuales puede destinar hasta 6.300 euros a estos productos.

Los productos que se pueden contratar a través de este sistema de compensación son los siguientes:

• Seguro de Salud. Se trata de uno de los productos más demandados, ya que permite un gran ahorro, no sólo fiscal sino también por colectividad: al tratarse de pólizas grandes, el precio que ofrece la aseguradora es mejor que en una póliza individual. Además, fomenta el bienestar y la salud de los empleados. Y está exento hasta 500 € al año por asegurado, incluyendo a cónyuge e hijos. En el caso de discapacidad puede llegar a estar exento hasta 1.500 € por asegurado.
• Tarjeta Restaurante. Es otro de los productos estrella, ya que todos tenemos la sana costumbre de comer unas tres o cuatro veces cada día. Muchos empleados de todos los tipos de empresa hacen uso de este producto cuando lo tienen a su disposición. La cantidad exenta en este producto es de hasta 11 € por día. Se puede utilizar en todo tipo de establecimientos, tanto físicos como online, mientras cuenten con un TPV o pasarela de pago categorizados como Restauración.
• Tarjeta Transporte. Muy utilizada en las grandes ciudades ya que es válida para el desplazamiento en servicio público de transporte. Exenta hasta 136,36 € al mes (1.500 € al año). La movilidad sostenible va en aumento, sin duda. Y este transporte público ayuda.
• Guardería. Este producto es el que más fomenta la conciliación y también el que más ahorro suele reflejar, ya que no tiene límite exención. Todo padre o madre que tenga un hijo de 0 a 3 años puede ahorrarse hasta tres o cuatro cuotas, sea cual sea su guardería. Además, es compatible con la deducción para madres trabajadoras, con la que se puede maximizar todavía más el ahorro fiscal.
• Formación. Con el objetivo de la actualización, capacitación o reciclaje del empleado, incluye las formaciones relacionadas con la actividad laboral. No tiene límite de exención, de manera que es otro producto que posibilita un muy importante ahorro fiscal.

Hasta aquí hemos hablado de qué puede hacer una persona para reducir su IRPF y tener una declaración de la Renta más favorable gracias a la Retribución Flexible.

Pero existe un requisito imprescindible por encima de todos: para que un trabajador pueda beneficiarse, su empresa tiene que permitírselo, es decir, la empresa debe tener o poner en marcha cuanto antes un Plan de Retribución o Compensación Flexible.

Le hablamos ahora a la empresa o al departamento de RRHH o de Personas. Es esencial que contéis con un proveedor que no solamente os ofrezca sus servicios y su plataforma, sino que os acompañe durante todo el camino. Desde la implantación, pasando por la gestión y la comunicación a los empleados, hasta la resolución de sus dudas. Que facilite una solución adaptada, de uso muy fácil y de mínima carga administrativa.

Aunque este tipo de retribución tiene muchas ventajas tanto para el empleado como para la empresa, curiosamente todavía no llega a la mayoría de las empresas y de trabajadores. Y pueden surgir muchas dudas al ponerlo en marcha. Contar con un partner que ayude a vuestra plantilla a entender todas las ventajas que conlleva hará que la aceptación del plan sea mayor y que así vuestros empleados puedan ahorrar cientos (o miles) de euros en su próxima declaración de la renta.