La situación de las mujeres ha experimentado cambios considerables en los últimos años. Son muchos los factores que han impulsado ese progreso, con el claro objetivo de combatir estereotipos y roles de género en todos los ámbitos sociales, incluido el sector de las finanzas.
La desigualdad, en todos sus aspectos, tienen efectos directos en la seguridad, en la libertad y en la dignidad de las personas. Contar con las mismas oportunidades es un principio básico y fundamental para logar una evolución real, independientemente del género o cualquier otro tipo de sesgo social discriminatorio. Por eso, al igual que la conciliación, la representación del talento femenino en puestos de responsabilidad o la igualdad salarial, entre muchos otros asuntos, la igualdad de género en temas financieros es de vital importancia.
La inteligencia financiera no entiende de géneros, sencillamente determina la habilidad de una persona para la gestión del dinero. El problema es que, durante mucho tiempo, debido a prejuicios sociales, las mujeres han estado relegadas por los hombres en este ámbito. Aun así ¿cuántas de nuestras abuelas eran las grandes gestoras de la casa? Probablemente muchas más de las que nos imaginamos.
Afortunadamente, gracias a años de esfuerzo y tenacidad, y a pesar de que de que todavía existen núcleos resistentes y frenadores del cambio, poco a poco la figura femenina se ha visto cada vez más representada y empoderada. Por su parte, la industria de servicios financieros puede funcionar como catalizador y como barómetro de la igualdad de género. ¿Y cómo? Apoyando políticas y programas que contemplen la inclusión financiera como instrumento clave para acumular activos, generar ingresos, gestionar ahorros y, en definitiva, participar plenamente en la economía.
En este sentido, el valor que podemos ofrecer desde empresas como Hastee es el de ofrecer servicios basados en las necesidades de pago y ahorro de cada persona, para que puedan administrase de la manera más eficiente posible y fomentar así la libertad en la toma de decisiones. Además, cobra gran importancia la necesidad de promover la educación financiera y proporcionar todas esas habilidades necesarias para una mejor planificación y gestión de las finanzas.
En definitiva, el empoderamiento de las mujeres a través de la inclusión financiera es un componente esencial para lograr la igualdad. Siempre se ha dicho que ‘el saber es poder’ y, sin duda, el tener el control y el conocimiento sobre nuestras finanzas se presenta como una oportunidad y una herramienta fundamental para un verdadero desarrollo social y económico.
1 comentario en «Género e inclusión financiera, una alianza clave para la igualdad»
La educación financiera para mujeres es fundamental en términos de confianza, seguridad e independencia
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