Después de dos años intensos desde el punto de vista macroeconómico, un 2020 que podemos calificar como de pura resistencia y un 2021 de transición y recuperación, periodo en el que hemos potenciado el autoconocimiento de nuestras organizaciones y trabajadores, podemos concluir que hemos aprendido a manejar las incertidumbres, a ser mucho más flexibles y a establecer prioridades en nuestros objetivos. Tras la consiguiente reflexión necesaria, ahora toca poner en práctica lo aprendido en este tiempo y, más concretamente, asentar la reconstrucción iniciada en la segunda mitad del recién despedido 2021.
El año que ahora empieza parece que se va a convertir en un año decisivo: la salida de la pandemia, la recuperación económica, el nuevo orden geopolítico mundial e, incluso, la importancia del cuidado de nuestro planeta por parte de los gobiernos, son acontecimientos tan importantes como para situarnos ante un año de auténtica transformación a nivel mundial. Sabemos ya que no estamos ante una vuelta atrás, sino ante un auténtico proceso de reinvención, en un punto de inflexión con impacto a todos los niveles.
Tenemos claro que a la actual situación económica, política, social, climática… tan delicada le conviene el final de la pandemia actual y una recuperación acelerada, apoyadas por el cambio digital, un mayor peso de la economía verde o un aumento del emprendimiento. Ahora bien, en esa senda de transformación hemos de llevar el lastre generado en estos últimos meses (endeudamiento, inflación, paro elevado, precariedad, desigualdad, crisis energética, impacto en la salud física y mental, etc) que, entre otros efectos, ha provocado la pérdida de parte del tejido empresarial al ponerse de manifiesto que muchos negocios carecen de futuro y serán sustituidos por otros adaptados ya a los nuevos tiempos.
¿Cómo será entonces el 2022? La mayoría de los analistas coinciden en afirmar que el futuro inmediato es más impredecible que el futuro más lejano, por lo que ningún actor tendrá el próximo año el control firme de su calendario de acciones. Sin embargo, ese futuro inmediato tan incierto depende de nosotros y, aunque no podamos decir lo que va a suceder a corto plazo, sí debemos fijar una serie de escenarios con diferentes variables que nos aclaren a todos lo que puede llegar a ocurrir.
Con este panorama, como nativos digitales, desde RRHHDigital tenemos múltiples objetivos, claros y firmes, dirigidos a una audiencia que ha aumentado considerablemente, tanto en número como en interés hacia la información diaria que publicamos. Esos objetivos son, entre otros, seguir proporcionando a nuestros lectores un mayor volumen de contenidos propios, unos contenidos digitales de mayor calidad para aportar el verdadero valor que esperan de un medio de comunicación referente e independiente, crear espacios de intercambio de información entre la industria y los profesionales del sector, potenciar aún más el consumo de información multimedia, seguir ofreciendo eventos con contenidos actuales y una siempre innovadora puesta en escena, en definitiva, abordando de una manera más amplia y multicanal los temas de relevante actualidad en nuestro sector.
Situémonos cuanto antes en la primera línea de salida de este nuevo periodo tan decisivo y, caminando a vuestro lado llevando la calidad como principio de actuación, los éxitos nos irán acompañando.
¡Feliz 2022!
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