Elecciones generales, autonómicas, municipales, europeas… Los ciudadanos nos enfrentamos casi cada año a una cita electoral distinta. Sin ir más lejos, este 2021 hemos visto cómo las elecciones al Parlamento de Cataluña o a la Asamblea de Madrid copaban las portadas de los periódicos.
Y es que a veces parece que la elección de nuestros representantes solo se desarrolle en momentos puntuales, álgidos, en un estado de frenesí esporádico que posteriormente se diluye en la memoria hasta que cuatro años más tarde (en el mejor de los casos), retornamos a la casilla de salida. Sin embargo, debemos recordar que, como ciudadanos de países democráticos, tenemos la posibilidad de ser partícipes de muchos otros procesos electorales, como consultas participativas o, en el ámbito laboral, escogiendo a nuestros representantes sindicales. Lo más relevante es que este ejercicio se realice con todas las medidas de seguridad posibles, requisito básico que en medio de una pandemia ha generado cierto debate.
¿Es necesario convocar elecciones presenciales cuando tenemos a nuestro alcance una tecnología eficaz y segura para votar desde nuestras casas? La respuesta es evidente. La clara demostración es que el sector privado ha recurrido ya al uso del voto por internet para llevar a cabo sus comicios, como asambleas generales o elecciones sindicales. Una tendencia que a raíz de la pandemia se ha acelerado y que una vez logremos la estabilidad sanitaria que todos deseamos, seguirá imponiéndose.
La principal ventaja de esta modalidad es que permite a las empresas llevar a cabo sus elecciones de una manera más rápida y simple, ya que facilita votar telemáticamente a toda la plantilla de una compañía de manera simultánea, desde cualquier lugar y mediante cualquier dispositivo con conexión a Internet. En el caso concreto de las grandes organizaciones con miles de empleados y numerosas sedes u oficinas repartidas por todo el mundo, esta ventaja cobra más sentido que nunca, aunque también las empresas con plantillas más reducidas usan este sistema de voto remoto seguro para facilitar el ejercicio del derecho al voto de sus empleados.
Las grandes empresas que aún apuestan por el método tradicional afrontan tediosos procesos electorales, donde la logística se convierte en un auténtico quebradero de cabeza. El voto telemático, en cambio, viene a facilitar este procedimiento, permitiendo conocer los resultados en cuestión de minutos, a diferencia del excesivo tiempo que se necesita para recopilar los datos de manera manual.
Además de la inmediatez, la sostenibilidad es otra de las características del voto online. La supresión de los costes de impresión y de transporte de material se alinea con los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Del mismo modo, esta modalidad es sinónimo de mayor participación, movilidad y comodidad.
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