Trabajo híbrido, la apuesta laboral en 2022

Durante el 2020 casi no fue necesario tener que recordar que, debido a la crisis del Covid-19, el mundo del trabajo dio un vuelco total y obligado hacia el home office. La tendencia que crecía en el mundo nómade digital y freelancer, de la noche a la mañana irrumpió en las oficinas y consolidó un nuevo modelo de desempeño.

Pero lo cierto es que, ya pasado más de un año, el trabajo remoto trajo consigo otros cambios no solo en usos y costumbres sino en materia de legislación y cambios sociales. Sin embargo, como todo sistema creado por el hombre, reporta algunos fallos sobre los cuáles estamos comenzando a ver sus repercusiones.

Sin duda el mayor inconveniente del teletrabajo es la falta de contacto e interacción entre las personas. La forma en la que se resienten los vínculos entre equipos o la sensación de aislamiento, son los principales problemas de una modalidad aséptica pero poco social.

Y es frente a este escenario que emerge una tercera opción que promete consolidarse durante los próximos años: el trabajo híbrido. Esta noción de modalidad de empleo mixta, combina lo mejor de ambos mundos: el presencial y el remoto.

Implementar dos días de trabajo desde la oficina y tres desde casa o viceversa, no solamente contribuye a lograr un equilibrio sano entre trabajadores y equipos, sino que, por el mismo motivo, mejora el bienestar laboral y optimiza la productividad en las organizaciones.

El efecto de la aplicación del trabajo híbrido ya ha comenzado a sentirse durante 2021, al paso que, como sociedad, recuperamos la “normalidad” pre-covid sin prisa, pero sin pausa.

De hecho, y, de acuerdo con un reporte de la consultora Boston Consulting Group en junto con enClave de Personas, el 90% de las empresas en España ya ofrecen al menos dos días de trabajo en remoto y el resto en modo presencial.

Un 65% ya han optado por esta estrategia de gestión o al menos, consideran hacerlo durante los próximos meses. Mientras que el 25% de las compañías privadas ya ofrecen o planifican hacer en un futuro, un día de oficina con cuatro jornadas en remoto.

Desafíos del trabajo híbrido

Ahora bien, desde recursos humanos siempre es necesario pensar en más y mejores maneras de administrar el talento en nuestra plantilla. Pero como siempre, cuando se trata de innovación, esta viene acompañada de algunos obstáculos que debemos sortear.

Principalmente es necesario reforzar o, en todo caso, actualizar los valores de la empresa y adaptarlos a una nueva realidad donde los trabajadores exigen mayores libertades, pero a su vez, cuentan por el mismo motivo con más responsabilidad.

En segundo lugar, es de vital importancia fortalecer la cultura de la empresa creando políticas específicas dedicadas a poder promover el correcto desempeño bajo un nuevo paradigma donde equipos y empleados puedan verse parcialmente atomizados.

Esto último implica poner especial atención en la comunicación interna y la productividad de nuestra organización. Al mismo tiempo es menester poder contar con herramientas que contribuyan a poder lograr que nuestra empresa pueda moverse orgánicamente entre dos mundos: el físico y el virtual.

El trabajo híbrido no echa por tierra ni se establece por encima de las normativas vigentes, sino que el control horario, el fichaje y la gestión de vacaciones y ausencias se vuelven todavía más importante que antes, ya que dentro de las empresas existirá mayor movilidad, inclusive geográfica.

Aunque parezca complejo lograr un balance entre dos modalidades diametralmente opuestas, esto no solamente es posible, sino que es uno de los principales factores de los candidatos y trabajadores al momento de postularse o permanecer en un empleo.

Tanto así que, según un reporte de la consultora estadounidense Breeze, 1 de cada 4 empleados prefiere una reducción de beneficios salariales del 15% a volver a la oficina de lunes a viernes. Motivo por el cual, ofrecer el trabajo híbrido como opción se establece como un factor determinante en la búsqueda y retención de talento.

Sin dudas, todo indica que el mundo como lo conocemos ha cambiado por completo y, específicamente, la esfera laboral y profesional seguirá sufriendo grandes transformaciones que, en definitiva, prometen contribuir a la mejora en términos de gestión humana de la mano del irrefrenable proceso de digitalización que estamos atravesando.

Pero como siempre, es primordial para conquistar estos desafíos con éxito, nunca perder de vista el capital más importante que toda empresa tiene, sus personas. Y del mismo modo, conservar, preservar y fomentar, una perspectiva de diseño de gestión que, justamente, esté centrada en mejorar la calidad de vida de esas personas.