(M) Hija, cuéntame sobre tu trabajo. (H) ¿Te acuerdas de la primera vez que hiciste las nóminas? Apuntabas a lápiz los fichajes en un cuaderno de contabilidad, rodeando en colores las ausencias, sumando a máquina las horas extras, y luego horas y horas picando los datos, para luego tener que recalcularlas a mano por si había fallos.
¿Quién se iba a fiar de aquellos programas? Fíjate ahora madre, cuando terminas de trabajar ya tienes la nómina de ese día preparada, y cada uno decide cuando la recibe. Se acabaron los errores, y con ellos los engaños, la picaresca y las envidias. Nos ganamos la confianza de nuestros compañeros ¿Sabes a que se dedica ahora la gente que antes hacía nóminas y se encargaba de la retribución? Planifican la vida económica de la empresa, los proyectos y también de las personas, les ayudan a gestionar sus inversiones, a que realicen sus propios proyectos, a negociar ventajas fiscales, a asesorar en la financiación de estudios para sus hijos y así, muchas cosas más. Aportando valor que se dice.
(M) Y de la formación, ¿qué me cuentas, hija? (H) Recordarás los cursos fuera de horas de trabajo, el pasar lista, la cantidad ingente de papeles, las impredecibles visitas de los inspectores, las quejas constantes y las encuestas sin valor. Y ahora
¿qué?, ahora aprender es intrínseco a trabajar, elegimos de quién aprender, dónde y cuándo. En cada encuentro de aprendizaje que organizamos se agotan las plazas en minutos. La Comunidad de Aprendizaje da sesiones a nivel nacional, en todo tipo de empresas, se llama Aprendizaje Compartido y es otra fuente de ingresos más. Son nuestros “trainers”, ellos dicen que aprenden más cuando enseñan y les hacen preguntas difíciles. Tenemos tiempo para aprender dentro del trabajo y fuera de él y dedicamos parte de nuestro crédito económico a ello. ¿Sabes a que se dedica ahora la gente que antes estaba en formación? Desaparecieron. Intentamos crear una universidad propia, pero descubrimos que al campo no se le podía poner vallas. (silencio).
(M) ¿Y pudisteis hacer todo eso hija? (H) ¿Recuerdas el área de Desarrollo y Organización? ¿Recuerdas aquellas Evaluaciones de Desempeño donde casi todos mentían?, ¿y los Planes de Carrera que pocas veces se cumplían? Pues todo eso lo eliminamos. Al principio cundió el pánico ¿Cómo íbamos a promocionar, a ascender, a subir de salario, a ser bien valorados? Lo que a nadie le gustaba resulta que tampoco lo querían perder. Así que lo cambiamos por reuniones, ágiles, de equipo, colaborativas. Nos olvidamos de las competencias y pasamos a trabajar desde las expectativas compartidas, adquiriendo compromisos mutuos, y, sorpréndete, el nivel de resultados es espectacular. Ahí descubrimos que ya no necesitábamos managers, y sí acompañantes. Así que los managers y el equipo de formación les convertimos en lo que al principio se llamó “coaches” pero que ahora son nuestros “miyagis” por la transcendencia que tienen para los colaboradores a nivel profesional y personal. Nuestro lema es “crecer haciendo crecer”, como personas, nuestros negocios y los proyectos propios.
(M) ¿Y la parte de organización?, ¿los jefes? (H) ¿Recuerdas los organigramas? No te puedo decir que los hemos eliminado, pero sí que les hemos cambiado totalmente. Instauramos el trabajo colaborativo por proyectos, con compromisos de entrega. Recuerda que el trabajo burocrático pasó a hacerlo nuestro sistema de Data y IA. La labor de los equipos ahora es aportar: unos ideas, otros productos, otros clientes… La verdad, es mucho más divertido que antes, y con mucha exigencia, trabajo y sobre todo velocidad. Constantemente se informan de los proyectos, las personas se adhieren en función de sus intereses, adquiriendo el compromiso de cumplimiento.
(M) ¿Y si no lo cumplen? (H) El sistema gestiona a los que no se involucran. Todos
han de aportar valor pues en ello va su beneficio económico. Todo está medido y todo se demuestra. Para que lo entiendas mejor, nos hemos convertido en una especie de “accionistas”. Cada empleado invierte con su conocimiento y en algunos proyectos incluso económicamente y la ganancia es el resultado. De acuerdo a lo que inviertas, así te llega el beneficio luego. Invertimos sobre tres parámetros: tempo, conocimiento y retribución. Con un sofisticado programa estudiamos y mantenemos los equilibrios óptimos de estos tres. Somos como pequeños empresarios de tu época. Así todos nos implicamos y todos ganamos. (M) ¿Y si sale mal? (H) Hay proyectos que realmente no salen, analizamos los aprendizajes y lo reconvertimos en nuevos proyectos. Al ser una comunidad tenemos mayor capacidad de reflexión y de visionar desde el aprendizaje. Lo que falla a unos les sirve a otros, solo hay que cambiar la mirada. En la parte retributiva es verdad que hay más variabilidad a medio plazo, pero ahí tenemos al equipo de planificación de economía que es quien equilibra los proyectos en los que participas, tu cartera retributiva. A través de los modelos y programas que han creado tenemos capacidad de asegurar unos ingresos ¿te acuerdas de los de nóminas? Pues ahora esta es parte de su trabajo.
(M) No me creo que los sindicatos os dejarán hacer todo eso. (H) No, los sindicatos no nos dejaron, claro que no. Pero la crisis fue muy grande y la reacción no vino de ellos, vino de nosotros. Ni marketing, ni financiero, ni comercial, algo nos decía que era nuestro momento. El barco se hundía, recortes, despidos, paro, empezó una crispación social que nos asustó. Un día en una comida de trabajo con colegas visionamos el futuro, cogimos nuestros garabatos de servilleta y nos fuimos a nuestras empresas. A partir de ahí, nunca he disfrutado tanto, los de RRHH como decías tú, lo cambiamos todo. Hablamos con los CEO,s que como imaginarás nos dijeron que no. Y hablamos con los managers, que tampoco quisieron. Prefirieron muerte a susto. Pero estábamos dispuestos, así que nos saltamos las normas. Años después dicen que eran lo que esperaban de nosotros, pero por entonces costó que alguna cabeza rodara. En 5 años diseñamos este nuevo modelo de organizaciones.
¡Estamos tan orgullosos!
(M) ¡Que distinto es del trabajo que hacía yo! (H) Es verdad madre, con todo lo que tú me enseñaste y todo lo que lo hemos cambiado en estos años. Nos enseñó la pandemia del 2020 que el bienestar de todos es lo principal, a nivel económico, físico y emocional. Aquel año el mundo se paró, la crisis económica, sanitaria y social nos abrió los ojos a muchos. Tardamos en reaccionar, no fue inmediato, pero unos años después, empezamos a cambiar las cosas. Eliminamos la dependencia económica, pasando a fuentes de ingresos diversificadas convirtiendo a nuestros trabajadores en CEO,s de sus economías. Equilibramos nuestra vida; trabajo, ocio y familia pasaron a ser igual de importantes, y el efecto que esto tuvo en el consumo y en nuestras ciudades fue vital al provocar una redistribución de la riqueza más ordenada, generando mayores negocios de servicios. Más del 60% de los compañeros actualmente compaginamos proyectos en la empresa con proyectos personales, la economía colaborativa o social absorben más de la mitad de estos proyectos. En tu época hablabas de las “Revoluciones Industriales”, creo que nos quedamos en la 4.0, ahora estamos en la “New Age Global 1.0”, rompimos las fronteras en todos los sentidos, pero estamos seguros que dejamos un mundo laboral mejor para nuestros hijos. Un mundo mejor.
Conversación madre/hija, ambas profesionales de RRHH, en el año 2031
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