Cuando hace un par de semanas recibí una llamada de la redacción de esta revista para anunciarme que estaba nominado como el + Influencer , y confirmar mi asistencia a la gala de Los + Influyentes de los Recursos Humanos 2021 de RRHHDigital, tras la sorpresa inicial y un poco abrumado entre el halago y la responsabilidad al ordenar las ideas me asaltó la duda ¿Ha dicho Influencer? ¿Qué he hecho yo para merecer esto? ¿Influencer y Recursos Humanos en la misma frase? ¿Esto es serio o me estoy metiendo en algún jardín -y no sería la primera vez- sin pedir permiso del que luego tendré que pedir perdón?. El periódico RRHHDigital es serio pero…
Ese mismo día le estaba cayendo “la del pulpo” en las redes sociales a una influencer por compartir el regalo – para muchos percibido como un acto de exhibicionismo ostentoso- a su hija por las buenas notas en la EBAU. Lo cierto es que el termino “Influencer” -en inglés, que no Influyente- lo asociamos a la imagen de cierto postureo superficial en Instagram, a veces convertido en lucrativo modelo de negocio, a veces en burdo chantaje ofreciendo comentarios positivos, o amenazando con negativos , a cambio del beneficio de una “invitación” o una muestra gratuita.
Ante dudas de esta naturaleza, con frecuencia recurro a etimología, al origen de las palabras, como fuente de una sabiduría que, a veces, los usos y costumbres han ido difuminando. “Influyentes”, “Influencia” “Influjo” viene del latin in-Fluere,”deslizarse hacia adentro, y ejercer presión desde el interior, y con ello producir un cambio”. “Producir un cambio desde el interior” ¡Eureka! ¡Tiene sentido! Eso es lo que hacen precisamente los gestores de RRHH, -personalmente prefiero cambiar el orden por “Humanos con Recursos”, los profesionales del talento (por cierto, “talento” es otra palabra que requiere otra visita al diccionario, quizás en una futura columna), unos Influyentes genuinos, unos agentes del cambio desde dentro.
Efectivamente, como apunta el gurú del marketing Seth Godin, esto no va de personas que compran productos o servicios, sino de relaciones, de historias, de valores, comportamientos, y actitudes… que es la materia prima con la que trabajan los profesionales que gestionan humanos con recursos y culturas corporativas. Sí, esa misma cultura que se desayuna la estrategia cada mañana, según Peter Drucker, especialmente en los momentos de cambio.
Si algo he aprendido tras más de 15 años dedicado a la innovación aplicada, -hoy redefinida como transformación digital- es que esto va de transformación de personas, de cultura, de creencias y actitudes. El adjetivo “digital” a menudo nos despista hasta hacernos creer que esto va de inversión en Tecnología. Las empresas que están liderando este cambio de época son las que están liderando esta transformación cultural; Y las que no lo están consiguiendo, encallan en sus planes estratégicos por muchos Ipads y smart gadgets con los que doten a sus equipos e inviertan en plataformas de big data y algoritmos de redes neuronales y machine learning.
Volviendo a los agentes de cambio, Los +Influyentes de los Recursos Humanos, muchos envueltos en implantaciones AGILE, gestionando modelos híbridos de “Flexi-Work” en la nueva normalidad para optimizar unos espacios que llevan, cuando menos, meses infrautilizados, gestionando la convivencia de cuatro generaciones -y sus idiosincrasias- de talento entre Baby-Boomers, Generación X, Gen-Y, Milenials, Centenials, y ahora Knowmads e intraemprendedores, en un entorno VUCA, Volátil, Incierto, Complejo y Ambiguo, en el que la adaptación Darwiniana al cambio ya no sirve y es imperativo abrazar la disrupción y estar entre “los que hacen que las cosas pasen”.
En mi minuto de agradecimiento por el galardón, aproveché para recordar el milenario proverbio chino que me recuerdo cada mañana, que reza “Cuando Soplan vientos de cambio, mientras unos construyen muros otros construyen molinos”; una poética forma de expresar este momento de cambio tecnológico exponencial, de cambio demográfico, económico, sociopolítico, climático, acelerado e irreversible, que muchos ven como amenazas -los agoreros constructores de muros-, mientras que otros, los menos lo viven como oportunidad, construyendo molinos que aprovechen esa enorme energía, que como nos enseña la física, no se crea ni se destruye, solo se Transforma. ¿Quién dijo que la función de gestionar personas era aburrida?
Visto así, a los influyentes como Agentes de cambio y constructores de Molinos, no puedo sino sentirme agradecido -y pletórico de orgullo y satisfacción- por ser el + Influencer de los Recursos Humanos.
Cargando ...
Los comentarios están cerrados.