La salud mental es un factor clave en el ambiente laboral; es indispensable para que los empleados puedan ser efectivos y contribuyan a la productividad de las organizaciones. Por ello es primordial que las empresas respalden la salud mental y bienestar emocional de sus empleados. Actualmente existen varias iniciativas que las empresas pueden incluir en sus actividades corporativas para proteger y ayudar a sus empleados en esta materia. Por ejemplo: identificar y reducir factores de riesgo en el trabajo; establecer una cultura organizacional que elimine el estigma relacionado a la salud mental; promover un ambiente en el que tanto los responsables como el resto de los empleados tengan la confianza de expresar cómo se sienten; u ofrecer programas de asistencia para ayudar a rehabilitar a los empleados que presenten algún trastorno mental.
Recientemente se ha celebrado el “Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo” y a mí me surge una pregunta: ¿habéis pensado alguna vez en el tiempo que dedicamos al trabajo? Según The American Time Use Survey, publicado en la Revista de Medicina Ocupacional y Ambiental (JOEM), pasamos un tercio del tiempo de nuestras vidas desarrollando nuestra labor profesional. Por lo tanto, las experiencias y vivencias en el trabajo contribuyen, en gran parte, a nuestro bienestar general. Y una mala gestión puede y suele desembocar en absentismo, bajas médicas, altos niveles de rotación de personal, etc.
Es tiempo de fortalecer nuestra resiliencia
Hace ya más de un año que nuestra vida y rutina diaria han cambiado y se han visto afectadas de una forma u otra por la pandemia. Inicialmente, algunos pensamos que esta situación sería temporal y que no duraría más que un par de semanas. Sin embargo, no ha sido así. La incertidumbre continúa. Durante este tiempo, hemos mostrado resiliencia, es decir, nuestra habilidad para adaptarnos y enfrentar con éxito experiencias difíciles o de adversidad, como la que estamos viviendo. Sin embargo, es importante fortalecerla tanto a nivel personal como profesional para continuar afrontando y superando esta situación con ánimo y energía y, sobre todo, con el objetivo de mantener nuestro bienestar. Además, ahora que el teletrabajo está en auge, es necesario tener en cuenta que los escenarios para fortalecer dicha resiliencia están más combinados que nunca: nuestras casas se han convertido en ambientes personales y profesionales.
Técnicas de autocuidado
Un elemento fundamental para fortalecer la resiliencia y gestionar el estrés es cuidarse a uno mismo. Entre otras, podemos recurrir a las siguientes técnicas:
Hacer ejercicio físico regularmente ya que ofrece muchos beneficios para la salud. Numerosos estudios científicos lo validan. Además, hacer ejercicio aumenta los niveles de energía, mejora el estado de ánimo y la función cognitiva.
Comer cosas saludables. Es recomendable tener una dieta diaria con frutas, verduras, legumbres, granos y proteínas magras. Y que se coma masticando lentamente, disfrutando los sabores y textura de los alimentos.
Mantener hábitos que ayuden a dormir bien. Por ejemplo, ir a dormir y levantarse a la misma hora; esto ayudará a mejorar el ritmo circadiano.
Incorporar actividades que se disfruten como, por ejemplo, comprar o plantar una flor, leer el libro que deseaba leer hace tiempo, escuchar música, preparar una buena cena, bailar, cantar en la ducha, aprender algo nuevo, etc.
Respirar conscientemente, inhalando y exhalando lenta y profundamente ayuda a activar el sistema nervioso parasimpático. Al hacerlo, se disminuye la frecuencia cardiaca y la presión arterial, y se aumenta el flujo sanguíneo al cerebro, en particular a la corteza prefrontal.
Conexión social cercana con gente positiva
Aunque actualmente aún existen algunos protocolos de distanciamiento físico, es importante que ese distanciamiento no se convierta en una desconexión total. Es decir, aún y cuando no podamos reunirnos físicamente con todo nuestro entorno a la vez, es fundamental mantener conexión social con amigos, colegas y/o familiares, respetando las medidas y burbujas. Estudios científicos afirman que las interacciones sociales actúan como factor protector de la salud física y mental. Así mismo, sugieren que es más importante la calidad de la conexión, que la cantidad de personas en la red social. Por lo tanto, hay que tratar de mantener contacto social con aquellas personas que exista un lazo de apoyo emocional, comunicación y aprecio mutuo.
Expresar gratitud
La gratitud es una emoción que permite apreciar y sentirse agradecido por los aspectos positivos que se tienen en la vida. Contribuye a que uno sea más consciente de lo que va bien en la vida, y no sólo lo negativo. Diversos estudios sugieren que la gratitud está fuertemente relacionada con el bienestar, incluyendo, entre otros, mejor estado de ánimo, autoestima, optimismo y satisfacción con la vida. Además, expresar gratitud ayuda a desarrollar resiliencia para gestionar y recuperarse más rápidamente de dificultades o situaciones de estrés.
La salud mental y la resiliencia es cosa de todos
Es muy importante que las empresas ofrezcan programas de capacitación preventiva dirigidos a que los empleados mejoren su salud mental y disminuyan el riesgo de sufrir trastornos mentales. Y logren, por consiguiente, mejorar su desarrollo y eficiencia personal y profesional. Entre otros, los programas preventivos ofrecen técnicas de resiliencia y autocuidado, enseñan a detectar a tiempo los síntomas, y a desarrollar habilidades y conductas que contribuyen a mantener y mejorar la salud mental.
No debemos tratar la salud mental y la resiliencia como situaciones individuales, sino de grupo.
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