Los héroes de una organización

Decía Carl Gustav Jung, en su obra El libro rojo, que los héroes de una sociedad representan el espíritu de cada tiempo. En un sentido general, los héroes son aquellas personas reconocidas públicamente, visibilizadas como referentes, que ejemplifican los valores y las prioridades de cada momento. Del mismo modo que identificamos héroes de una sociedad, este concepto puede aplicarse a las organizaciones. Una escucha atenta nos podrá dar una idea de la cultura, de las prioridades y de los valores que realmente se visibilizan en una organización. En este sentido, creo que una de las afortunadas consecuencias de esta pandemia que vivimos ha sido la visibilización de tantos héroes anónimos, cotidianos y a pie de calle, que han ayudado y hacen posible seguir adelante. Me refiero a personal sanitario, dependientes, taxistas, vecinos que antes no tenían nombre, solo un ‘buenos días” en el portal y tantos otros. Esto es algo que, desde mi punto de vista, se debe trasladar a las empresas. Es decir, debemos tratar de evitar que aparezcan siempre las mismas caras y los mismos referentes para dar voz y visibilidad a los héroes cotidianos en diferentes puestos.

En las organizaciones, existen determinadas dinámicas que llevan a elegir a ciertos héroes. Es importante analizar dichas metodologías porque incide en la cultura y en la lectura que hacen las personas respecto de cuál es el ejemplo a seguir. En general, las personas elegidas suelen ser aquellas que tienen vocación hacia el liderazgo por motivos básicos como llevar e imponer “su” razón, lograr el resultado o tener poder. Lo habitual, salvo excepciones, es que la cantera de líderes se alimente de esas personas que se postulan a puestos de liderazgo. Nos encontramos, por tanto, con organizaciones que se diseñan, piensan y operan con personas con necesidad de poder, razón o logro en las que sus empleados las abandonan, no por el puesto ni la carrera, sino por sus jefes. Y en eso que llamamos experiencia de empleado, lo realmente importante no cambia, y la frustración continua.

Si bien pudiera parecer que hay algo negativo en que de manera natural haya líderes con motivaciones como el poder, la razón o el logro en las organizaciones, no es así necesariamente. Cuando un líder lidera desde el nosotros y orientado a un propósito más grande que él o ella misma, será entonces cuando lleve a cabo un liderazgo sano en el que se pone el poder y la autoridad al servicio de las personas y un propósito compartido. En este sentido, hay mucho que las organizaciones pueden llevar a cabo para acompañar a que el colectivo de líderes evolucione hacia un liderazgo sano y humano. Además de escuelas de liderazgo que desarrollen soft skills y donde se aprendan herramientas, es importante comenzar por la mentalidad, y ahí es donde entran en juego de nuevo los héroes de la organización.

Es muy importante seleccionar a los héroes de la organización, aquellos que reconocemos y visualizamos. Debemos poner criterio y cuidado en elegir quiénes son el modelo a seguir, el referente, la mentalidad y los comportamientos de la cultura que ambicionamos, porque esas decisiones marcan el camino. Es necesario avanzar hacia modelos de gestión del talento que reconozcan que somos diversos por naturaleza y en esencia, que es positivo y necesitamos que sea así. Estamos perdiendo talento, personas fantásticas y necesarias, porque tanto los postulantes naturales como los líderes que respaldan el sistema de desarrollo de líderes sesgan el modelo.

Las organizaciones deben descubrir el talento oculto que, en ocasiones, no se ve a través de las evaluaciones de desempeño y los líderes no los visibilizan, por lo que hay que implementar herramientas que ayuden a identificarlo. Un mecanismo de escucha entre iguales, no solo del mismo equipo, sino también de departamentos diferentes que colaboran, puede contribuir a identificarlo. Esto no debería llevarnos a descartar a los postulantes innatos, sino que ambas aproximaciones nos pueden ayudar a completar la lista de candidatos a liderar.

En todos los casos, será importante que marquemos y demos visibilidad a ejemplos de líderes al servicio del propósito de la organización y del equipo. El modelo de líder que queremos acorde a la cultura que ambicionamos para nuestra empresa. Será importante que los líderes conozcan cuanto antes si sus comportamientos y decisiones son los esperados y acordes a la cultura. Por parte de las organizaciones, es necesario desarrollar el liderazgo desde la mentalidad, para que, desde la diversidad de personalidades, se creen nuevos modelos de líderes para ellos y para los demás, para un propósito más grande.