Es importante destacar que en el último año han cambiado muchísimas cosas tanto a nivel laboral como personal para todos. La pandemia ocasionada por el COVID-19 ha acelerado algunas tendencias de recursos humanos en las empresas, sobre todo, en lo relacionado con la inclusión y la diversidad. Las grandes empresas que no tenían una figura que liderase y entendiese estos temas han necesitado incluir este perfil en sus equipos para poner en marcha diferentes iniciativas de inclusión.
Probablemente, gracias a esta nueva necesidad, he visto como durante la pandemia las mujeres hemos recobrado un papel más importante gracias a nuestras “soft skills”, que nos han ayudado a sobrellevar mejor la situación en todos los aspectos de nuestra vida.
Gracias a las aptitudes que nos son innatas y a la mayor inteligencia emocional que nos caracteriza, hemos sabido llevar la situación de la mejor forma posible en términos generales, con más resiliencia y con una mayor facilidad para la gestión de crisis.
Además, a nivel laboral en los departamentos de recursos humanos, las mujeres hemos sido la mano derecha de los CEO’s o de los directivos masculinos en aras de virtualizar las relaciones con los trabajadores y clientes a través de la pantalla y en organizar mejor el nuevo escenario digital que se nos presentaba a todos. El gran trabajo de comunicación de las managers femeninas, gracias también a su mayor empatía, ha ayudado claramente a las empresas a superar esta situación con éxito.
Por otro lado, creo que la existencia del techo de cristal y la brecha salarial ha disminuido considerablemente. Cada vez más mujeres acceden a puestos de mayor responsabilidad, así como también las posibilidades de ascender o promocionar dentro de su empresa han aumentado en los últimos tiempos.
Desde mi experiencia laboral, he comprobado que las empresas no han parado de contratar durante la pandemia, incluso hemos buscado más perfiles para incorporar a las empresas que en años anteriores.
De hecho, en Advantage Consultores, hemos buscado numerosos perfiles femeninos para diferentes empresas que han estado demandando personal. De 100 puestos que hemos buscado durante la pandemia, unos 35 se cubrieron con perfiles de mujeres en Management.
Sin embargo, pienso que todavía hay algunos puestos en los que todavía es difícil encontrar a mujeres directivas, sobre todo para las posiciones que requieren de numerosos viajes: comerciales globales, el marketing global, business development global o regional, etc. Estos puestos requieren de una cantidad importante de desplazamientos y son ellas mismas las que en la mayoría de los casos ni siquiera aplican a este tipo de ofertas de trabajo.
En contraposición, el COVID-19 ha facilitado que las mujeres quieran solicitar estas ofertas de trabajo, ya que los niveles de desplazamientos y viajes después de la pandemia nunca serán como antes, lo que facilita la conciliación de la vida personal y profesional.
Un ejemplo claro es que, durante la pandemia, hemos cubierto una posición de CEO en la India para una empresa española contratando a una mujer, mientras que antes hubiese sido mucho más difícil cubrir esa vacante con un perfil femenino. Aun así, todavía vemos que esto es difícil en puestos de CEO’s o directivos en entornos muy industrializados y masculinizados.
Por último, quiero destacar la necesidad de las mujeres de apoyarnos entre nosotras en todos los ámbitos, tanto a nivel personal como profesional. Hace 11 años fundé el Foro de Directivas de Personas que ahora lidero y que ahora se compone de casi 300 directivas de RRHH de las principales empresas españolas. Incluso desde la distancia hemos sido capaces de escribir un libro basado en nuestras experiencias, HR: Humanizers, así como de componer y cantar una canción junto al prestigioso productor musical Alejandro Abad, “Vamos a mover el Mundo”.
En este último año he podido experimentar en primera persona cómo el simple hecho de pertenecer a un grupo como este te permite salir adelante ante cualquier situación, por difícil que sea.
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