Con la recesión económica y la crisis sanitaria global, las empresas se han enfrentado a algo que siempre ha sido cierto pero que ha sido fácil de ignorar: los seres humanos se encuentran entre los recursos más vulnerables de la empresa. Con políticas de teletrabajo y políticas estatales restrictivas, muchos ejecutivos se vieron obligados a reconocer que sus empleados estaban en riesgo de contagio y que las presiones económicas conducirían a despidos o ERTES.
Muchas empresas han recurrido a la inteligencia artificial (IA) para llenar el vacío dejado por la recesión inducida por la pandemia y, al hacerlo, conectarán con más empresas y más consumidores durante el año en curso.
Un crecimiento increblemente rápido
2020 demostró que las empresas llevarán a cabo los trabajos rutinarios, no con personas más baratas, sino con máquinas y empleados digitales. La investigación realizada por Amelia con 250 alto ejecutivos de grandes empresas norteamericanas reveló que el 88% de los encuestados habían incorporado o ampliado tecnologías de inteligencia artificial desde que dio comienzo la pandemia. Las pruebas de concepto, en muchos casos, se convirtieron en implementaciones. Por ejemplo, una empresa que desarrolla software de inteligencia artificial para limpiadores automáticos de pisos experimentó una demanda un 13,8% mayor durante el primer trimestre de 2020 y un 24% durante el segundo trimestre de 2020, todo atribuido a la pandemia.
Las empresas se han esforzado por mantenerse al día con los cambios provocados por la Covid-19 y la digitalización hace posible superar algunos de estos obstáculos sin cambiar todo el funcionamiento de una empresa.
Obviamente, los sectores con un alto contacto físico vieron la oportunidad, y la necesidad, de transformarse de inmediato. Tanto los restaurantes como los supermercados se apresuraron a ofrecer servicios de delivery o de entrega a domicilio. Las tiendas hicieron lo mismo, fusionando sus escaparates físicos y virtuales de una manera que el mundo nunca antes había visto. Al mismo tiempo, los pagos sin contacto se dispararon a medida que los consumidores buscaban formas de mantener la distancia de seguridad.
No es sorprendente que el estudio de Amelia muestre un cambio similar en la empresa. Hasta el 82% de los encuestados afirmaron que usarían IA y otras tecnologías si no pudieran reabrir a plena capacidad. Otros datos arrojados en el estudio muestran que, durante la pandemia, la inteligencia artificial se utilizó para analizar grandes conjuntos de datos (57%), responder a las llamadas de los clientes (53%), evaluar la elegibilidad o el riesgo de los clientes (49%) y realizar operaciones sin contacto (47%). Las empresas también implementaron IA para dar servicio a los empleados, como servicios informáticos (53%) o de recursos humanos (49%).
Enfoque constante en el talento humano
La mayor prueba de cómo las empresas han adoptado la inteligencia artificial es que el 40% de los ejecutivos respondieron que habían introducido la tecnología para realizar tareas administrativas de nivel medio a superior. En otras palabras, se le pidió a la IA que llevara a cabo funciones de trabajo de nivel medio, más allá de la automatización de procesos robóticos (RPA), que era un segmento de 1.400 millones de dólares en 2019. Este es un desarrollo tremendo que nos dice cuánto ha madurado el mercado de la automatización en un breve periodo de tiempo.
Las empresas se han apresurado a repensar sus recursos, incluida la mano de obra. Aunque el 71% de los ejecutivos encuestados dijeron que volverían a contratar a los trabajadores que dejaron de trabajar en 2020, el 64% predijo que una gran parte del personal sería reemplazado en 2022. Apenas unos meses después de la digitalización, los ejecutivos pudieron ver que sus formas actuales de trabajo no llevarían a la empresa a un crecimiento a largo plazo.
También dijeron que sus objetivos estratégicos sólo se cumplirían si al menos el 31% de su personal fuera reemplazado por nuevas tecnologías y nuevos trabajadores. A medida que las empresas experimentan con nuevas tecnologías, podemos esperar una interrupción aún mayor en la fuerza laboral.
Sin embargo, esto no significa que se ha pasado por alto la importancia del talento humano. Existe un creciente reconocimiento de que las máquinas y los humanos son buenos desarrollando diferentes tareas. Boston Consulting Group descubrió que la IA puede reducir los errores de pronóstico en áreas de negocios, como ventas y operaciones, en un 50%, pero aprovechar al máximo los datos de tendencias requiere de la creatividad e ingenio humanos.
Esto está en línea con la investigación de Amelia, en la que el 40% de los encuestados analiza cuánto tiempo la IA puede ahorrar a sus empleados humanos, lo que les permite centrarse en la estrategia, la innovación o la actividad generadora de ingresos. El esmero e interés que han tenido algunos de estos ejecutivos para establecer distinciones clave entre humanos y máquinas es vital para crear un futuro del trabajo que funcione para todos.
El mercado se está poniendo al día con la tecnología
La IA se ha vuelto aún más importante para las empresas con el advenimiento de la pandemia global. Se les ha encomendado la tarea de hacer más con menos, y para ello, la IA ha sido un recurso fundamental e indispensable. En menos de un año, muchas empresas han planificado una fuerza laboral híbrida, una comunidad en la que tanto humanos como máquinas colaboran para impulsar la eficiencia, la productividad y la estrategia y ese será el nuevo status quo.
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